La Perla, Ver.- El ciclo escolar en la escuela primaria indígena “General Ignacio Zaragoza”, ubicada al pie del volcán Pico de Orizaba comenzó con 94 niños que se presentaron desde el primer día, no hay deserción.
Los pequeños son atendidos por cuatro docentes. Como son hijos de familias campesinas y en algunos casos el padre viajó a los Estados Unidos, buscan adquirir la lista de útiles escolares por mayoreo.
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Roberto Tezoco, maestro de la institución educativa, ubicada en los 2 mil 200 metros de altura sobre el nivel del mar, reconoció que las madres de los alumnos tienen carencias para adquirir los útiles.
Afuera del salón de clases hay un paisaje húmedo y silencioso, imponentes montañas y un bosque de niebla que conduce hacia el volcán Pico de Orizaba. Los papás siembran maíz, papa, follaje y madera, pero la mayoría emigró en busca del sueño americano.
“Las amas de casa asistieron a las juntas donde se les informó que van a hacer “una vaquita” para juntar dinero y adquirir por mayoreo en una papelería de Orizaba los útiles, para ahorrar, porque enfrentan penurias para comprarlos”, añadió.
Destacó que con la migración de los padres de familia cambió la situación económica en los hogares de los estudiantes de la escuela primaria “General Ignacio Zaragoza”.
“La propuesta que se hizo a las mamás es que reciclen los útiles escolares: libretas, cuadernos, lápices, lapiceros, pinturas, tijeras y, lo que haga falta comprarlo por mayoreo”, abundó.
Comentó que tiene tres años laborando en la escuela, junto al director y maestra que tienen 17 años trabajando ahí, más otro docente que ya cumplió un año impartiendo clases.
Las mamás de los niños se presentan a las reuniones, porque el padre trabaja y otros que buscaron una mejor oportunidad de vida viajaron a los Estados Unidos, expresó.
¿Cómo acuden los menores a sus escuelas?
Los alumnos llegan con ganas de aprender, mientras los maestros caminan y se transportan en colectivos para impartir clases los cinco días de la semana en horario de 9 a 12:30 del día.
Un frío que cala los huesos, que colorea las mejillas de los niños. Su atuendo siempre es el mismo: ropa abrigadora porque siempre hay bajas temperaturas, aunque salga el sol.