Orizaba, Ver.- El aborto genera a la industria ganancias millonarias, pues sí hay tráfico de órganos de "bebitos", afirmó Sara Winter, exfeminista y hoy activista Provida. Dijo que ex directivos de Planned Parenthood (organización sin fines de lucro que brinda atención de salud reproductiva en los Estados Unidos y en todo el mundo) confirmaron lo anterior desde el 2017.
"Hay tráfico de material, la venta de los materiales de los restos fetales, parte de placenta y cordón umbilical", subrayó.
Agregó que esa organización ha admitido que la que existe es una industria monumental en la que las mujeres pagan y muy caro para hacerse un aborto.
Refirió que en el manual de venta de aborto de Planned Parenthood, ya expuesto por Patricia Sandoval, señala que hay trabajo, mientras que Abby Johnson, quien llegó a ser la directora principal de dicha organización en su ciudad señala que había un manual de cómo vender los abortos.
"No se habla de niño, niña, hijo, producto de la concepción, producto del embarazo, se habla de feto, embrión; es una técnica llamada deshumanización del bebé, se le quita la humanidad al bebé para que la gente no entienda", aseveró.
Las feministas, señaló, se refieren al bebé como "un coágulo de sangre", una bolsa de células, al tiempo de mostrar pequeñas "figuras de bebitos desde un mes y medio de gestación". "Son fetos de 7, 8, 9, 10 semanas de embarazo, ¿Ésto es un coágulo de sangre de 7 semanas?; este bebito tiene 3 meses de embarazo, 12 semanas, esta es la idea gestacional que se quiere legalizar del aborto en todo México", aseveró y subrayó que como todo ser humano, siente dolor.
Puntualizó que el ser en formación no es una extensión del cuerpo de la mujer. Es un cuerpo independiente, con su estructura ósea, cromosomas, cadena de ADN propios. "No tiene que ver con el cuerpo de la madre. Quien regula el líquido amniótico en el embarazo no es la mamá, es del bebito", indicó.
Si el "bebito" fuese parte del cuerpo de la madre, al momento del nacimiento no se le llamaría parto, se llamaría amputación del hijo, pero no lo es; es un ser humano diferente", remarcó.
FEMINISMO MANIPULA A LAS MUJERES
"Yo no creo en la palabra feminicidio", aseveró la activista Provida, quién recordó que durante cinco años fue la feminista mayor en su país, Brasil.
Dijo que ese término fue creado para generar una empatía mayor con la mujer y aseveró que el término que se debe dar a la muerte violenta de mujeres es asesinato. "Están matando mujeres porque vale la pena matarlas, violarlas, porque vale la pena, porque no hay leyes duras en contra de esto; la respuesta no es crear o inventar un término", refirió.
Finalmente señaló que las leyes mexicanas quedan debiendo mucho a la mujer, pues cuando se mete a la cárcel al culpable del delito cometido contra ellas, por buen comportamiento se va reduciendo su pena después de que cumple un tercio de la pena y la puede cumplir en libertad. "Hay que tener leyes duras. A mí me gustaría ver esos millares de las feministas peleando", concluyó.