Orizaba, Ver. - Es en las comunidades de la zona serrana de la región de las Altas Montañas donde aún persiste el rechazo hacia los niños y niñas con autismo, lo que llega a ser una limitante en su formación educativa y social, así lo da a conocer la presidenta de Pequeños Maestros AC, Marisol Morales Saucedo.
Señaló que como asociación civil acuden a diversas escuelas de la región, que incluye a municipios como Orizaba, Zongolica, Maltrata, por mencionar algunos, donde buscan dar capacitación a los maestros y charlas a los padres de familia, pues falta sensibilización.
“Tenemos solicitudes de escuelas para pláticas para padres, donde nos topamos que el problema no es en la escuela, sino la sociedad estudiantil: un padre o madre de familia que está en contra de que haya un niño o niña con autismo en el salón de clases de sus hijos”.
Ante esta situación se pide el apoyo de la delegación de la Secretaría de Educación de Veracruz, y se buscan alternativas de programas de inclusión y acompañamientos con charlas para sensibilizar sobre el tema.
“Existe aún desinformación, cuando esto pasa se hace un programa de acompañamiento, no se busca crear conflictos, sino acuerdos para que seamos una comunidad escolar que cobije a los niños y se sientan seguros”.
Pese a que no existe rechazo de las escuelas, persiste la falta de información sobre cómo ser inclusivo con un niño o niña con autismo, donde los procesos de lectura y escritura, así como socialización, es distinta.
Cabe destacar que actualmente colaboran con un aproximado de cuatro preescolares, tres primarias y dos secundarias, esto en Orizaba, sumándose las que atienden fuera de la ciudad como Tequila, Maltrata y Zongolica con algunas comunidades.
Faltan maestros en Educación especial
Te puede interesar:¿Sabes qué son las salas multisensoriales? Orizaba tiene una para infantes y adolescentes neurodivergentes
Lamenta que al buscarse Centros de Atención Múltiple, muchos de estos espacios están saturados e incluso con lista de espera, “una docente de educación especial en una escuela regular puede llegar a tener a 20 alumnos, y en las escuelas de educación especial el máximo es de ocho y muchos rebasan, por lo que hacen falta maestras (os) que se formen en la educación especial”.
Cuestionada sobre sí han detectado algún municipio donde se dé más este rechazo de parte de los padres hacia los niños con autismo, la declarante comenta que han sido en algunas comunidades de la Sierra de Zongolica, “hay miedos y es parte de la cultura y de nuestro trabajo como asociación civil hablar sobre ello”.
La presidenta de Pequeños Maestros dijo que el camino hacia una verdadera inclusión sigue siendo largo y desafiante; sin embargo, continúan dando talleres y pláticas para padres en escuelas para fomentar la inclusión y sensibilización en las instituciones educativa.
“Me encuentro en casos en que los padres de familia se cansan de buscar, de la negación y terminan dejándolos sin educación; lo que ocurre es que se quedan sin escuela y nos toca animarlos a decirles que sí hay opciones”, finaliza.