En esta Navidad, la Iglesia Católica desea resaltar la paternidad, la paternidad de Dios, la maternidad y el amor a la vida, que es un don que Dios le ha dado al hombre, afirmó Hipólito Reyes Larios, arzobispo de Xalapa.
En su mensaje de Navidad, ofrecido a través de Diario de Xalapa, dijo que es necesario resaltar la paternidad de Dios “que es nuestro creador, nuestro hacedor, y es el padre de su hijo único, engendrado, no creado de la misma naturaleza del padre”. Esa paternidad Dios la comparte con toda la humanidad, porque nosotros estamos creados a imagen y semejanza de Dios y él nos ha enviado a su propio hijo para que se hiciera hombre “porque su hijo es Dios como él, eterno y todo poderoso como él, invisible, espiritual pero es una gran condescendencia de Dios para con nosotros, hombres y mujeres que somos pecadores, que nos envíe a su propio hijo y lo hace para que su hijo nos diera un testimonio de entrega total y de cómo se conoce y se ama a Dios padre”.
Reyes Larios expresó que si Dios ha apreciado la vida humana haciendo que su propio hijo encarnara se vive en un tiempo en el que se necesita luchar por el respeto, el amor a la vida, el aprecio. “¡Cómo quisiera que todos nosotros fuéramos conscientes de ese don de la vida que hemos recibido de parte de Dios a través de nuestros papás!; por ello, siempre hay que mostrar gratitud hacia nuestro papá y hacia nuestra mamá. Por otro lado, también tenemos una filiación divina por el bautismo con el que somos engendrados como hijos de Dios gracias a la muerte y resurrección de Cristo, por ello Cristo es el centro de toda la fe cristiana, no sólo de la fe católica sino de todos los que profesamos la fe en Jesucristo”, aseveró.
Reitero que lo anterior es lo que hay que resaltar en estos momentos en los que la vida humana se ve como algo tan superficial y tan fácil de deshacerse de ella que incluso ofende a las mujeres. “No entiendo a esas personas que hablan de la interrupción del embarazo porque ello es algo espantoso, tanto que hay quienes estando en favor de ese acto han visto videos con los que se dan cuenta que un aborto es lo más horrible que puede haber. De esa forma, gente que antes era afecta al aborto ha cambiado totalmente y cuando ha visto estas cosas ha cambiado totalmente su actitud y se ha vuelto del lado contrario para defender la vida”, indicó.
El prelado expresó que lo que la Iglesia Católica desea decir a la gente en esta Navidad es que se aprecie a la vida humana porque es el gran don que se tiene de Dios. Apreciemos a nuestras madres y padres, que son quienes tienen la condición de engendrar y dar a luz. “Por otro lado, también apreciamos que Dios se ha querido hacer uno de nosotros y que ha presentado a su Padre como nuestro Padre. La paternidad, la maternidad y la familia hay que sostenerlos porque las nuevas maneras de pensar tratan no solamente de ir contra la vida sino también contra la familia a la que presentan como algo banal que puede integrarse por cualquiera o por dos personas del mismo sexo. Eso es lo que estamos defendiendo y quisiéramos que la gente fuera consciente de lo que está en juego”, dijo.
FECHA PARA FORTALECER LA UNIDAD
La Navidad es una fiesta muy importante para la vida cristiana “porque en ella se celebra el nacimiento de Jesús, nuestro salvador; este nacimiento es una ocasión para fortalecer la esperanza, el mensaje de paz que trae Jesús y el mensaje de unidad en los diferentes lugares, circunstancias y medios en los que nos encontremos, empezando por la familia”, afirmó José Manuel Suazo Reyes, director de la Oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa.
Indicó que cada uno de los seres humanos es portador de paz, de esperanza y de la luz que otorga Dios y que ello debe estar presente en los lugares de trabajo en donde se desarrolla la vida de cada uno porque la Navidad es la presencia de Dios en la vida de las personas. “Por ello también la invitación que se hace en estos días es contemplar el nacimiento de Jesús con el que Dios nos muestra su amor y él se acerca al hombre porque Dios cree en la persona que es capaz de transformar el mundo con la ayuda de su gracia”, dijo.
Recordó que la familia es la célula básica de la sociedad y que es al mismo tiempo la primera escuela y la más importante en la vida de una persona. “Por ello la Navidad es un periodo oportuno para reunirse en familia, para conocer y valorar todo lo que las familias hacen por cada uno de sus integrantes; por ello hay esperanza y la celebración de la Navidad nos llena de júbilo, de alegría y esperanza para seguir trabajando con estas instituciones que son fundamentales para la sociedad”.
JESÚS, EL MEJOR REGALO
Guillermo Trujillo Álvarez, presidente de la Red Evangélica de Veracruz, afirmó que Jesucristo es el mejor regalo de Dios para el hombre, que Él envió a su hijo a dar su vida por cada uno de los seres humanos, lo que es muy importante porque nadie da la vida por otros.
“Podemos estar seguros en esta fecha que Dios nos ama infinitamente y nosotros debemos entender que con el nacimiento de su hijo, éste no busca a gente perfecta, sino que tenga pecados, que tenga la posibilidad de arrepentirse; él entiende bien que en ocasiones nuestro corazón está manchado, pero que con el arrepentimiento puede quedar limpio logrando transformaciones”, aseguró.
El representante de los evangélicos en el estado refirió que es necesario entender que la Navidad no es para desenfrenarse, sino para convivir con los demás, con la familia, para amar y recordar que hace más de dos mil años nació en el lugar más humilde de la Tierra el hombre más importante de la humanidad, que es Jesucristo.
“Por ello invitamos a todos a que sea la Navidad un momento de reflexión y que se advierta que Jesús no se debe quedar fuera de la fiesta y de la cena; ojalá todos recuerden, cuando estén reunidos en la cena, que a ella debe invitarse a Jesús, que él no debe quedarse fuera de casa y que, al contrario de ello, sea invitado a sus mesas y a sus corazones porque él llevará la paz que tanto se necesita y anhela”, aseguró.
SE HA TERGIVERSADO
Por su parte, Luis Arturo Santiago Ruiz, pastor de la Iglesia Nacional Presbiteriana, refirió que el significado de la Navidad se ha tergiversado ya que en principio Navidad significa nacimiento y en este caso se refiere al nacimiento de Jesús, el salvador del mundo.
“Con el paso de los siglos, a la Navidad se le han añadido cosas que de alguna manera han desplazado el nacimiento de Jesús como lo más importante de esta fecha; entre esas cosas está Santa Claus, las historias de Rodolfo el reno, el árbol de Navidad y los duendes, que aunque son personajes con gran ternura no reflejan la esencia de la Navidad”, dijo.
La gente no quiere escuchar de Jesús ni de Dios aunque es innegable que Jesús existió aunque hay quienes lo niegan que dicen que no es el hijo de Dios sino un maestro iluminado que nació en un pesebre, un lugar poco común para recibir a un niño.
“Una vez que Jesús nace se entiende que el pesebre se transforma de un lugar sucio y maloliente en un lugar privilegiado que es la cuna de Cristo. Sin duda ésta es una metáfora que representa la condición de todos los seres humanos sin Cristo, la vida sin Cristo es como un pesebre sucio y maloliente. A lo largo de nuestras vidas acumulamos suciedad, malos olores y para evitar ello o sacudirnos esa suciedad Dios envía a su hijo para tener la oportunidad de transformarnos, creer en Jesús para tener una vida limpia y tener vida eterna”, aseveró.
RETOS PARA LAS FAMILIAS
Por su parte, Óscar Alberto Flores Saldaña, presidente de la Estaca Veracruz-Villa Rica, de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, consideró que en estas fechas decembrinas se puede hacer una reflexión de lo vivido, de lo logrado y de lo que se puede mejorar y cambiar de nosotros mismos.
“Tenemos que hacer las cosas que el Señor nos ha pedido que hagamos y todo se llegará a una armonía, debemos cuidar a nuestras familias porque si yo no cuido a mi familia, a los que tengo a mi responsabilidad, pues entonces podrán empezar a tomar caminos distintos a los que se nos ha pedido que hagamos”, dijo.
Llamó a la población a trabajar en familia, pese a cuestiones dolorosas, como la separación de algún miembro. “El valor de las familias es grande, son retos difíciles porque los jóvenes reciben ataques de todos lados y pueden llegar a desviarse en cuanto al objetivo principal, pero como padres tenemos una gran responsabilidad hacia nuestros hijos, no somos perfectos pero buscamos cómo ayudarles”, añadió.
RESCATAR SENTIDO DE CELEBRACIÓN
Finalmente, la Iglesia Presbiteriana de Veracruz coincidió en la necesidad de rescatar el sentido de la Navidad, ya que hoy se ha convertido únicamente en simple celebración, regalos y borracheras. A su parecer la sociedad se ha dejado envolver por la mercadotecnia y Jesús, que es el personaje principal, brilla por su ausencia en su propia festividad, opinó Guillermo Guillén Cruz, pastor presbiteriano.
“La Navidad es un recordatorio para la cristiandad que marca el inicio de una nueva era, un nuevo tiempo. La historia dice antes de Cristo y después de Cristo, es un acontecimiento que significa un parteaguas y que realmente es la irrupción de Dios en el mundo”. Consideró que en estos momentos difíciles lo indispensable es consolidar el amor hacia Dios, el respeto al prójimo y la búsqueda de la paz social.
“En estas circunstancias de desigualdad y todo lo que la sociedad está experimentado en cuanto inseguridad, violencia, es necesario que busquemos a Dios para que nos ayude a traer paz, sensibilidad y humanidad”, comentó.
“Es necesario que busquemos a Dios para que nos ayude a traer paz, sensibilidad y humanidad”
