"Las autoridades religiosas debemos respetar el ámbito civil y no presionar a las autoridades a coartar derechos”, expresó Julio César Martín, obispo de la Diócesis Anglicana del Sureste, con respecto a la comunidad de la diversidad sexual.
En entrevista, llamó a las autoridades del estado a implementar la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y legalizar el matrimonio igualitario. También indicó que ningún grupo religioso tiene derecho de imponer su moral al resto de la sociedad.
Con respecto a la presencia que tuvieron en la 15ª Caravana del Orgullo LGBTTTIQ, efectuada el fin de semana en Xalapa, explicó que acudieron para llevar el mensaje de Jesucristo: “A Dios no le molesta a quién uno ame como adultos responsables sino a quién maltrate uno”.
Estas acciones, sostuvo, son necesarias porque es una realidad que la población sí ve cómo se conducen los líderes religiosos, por eso su interés es transmitir un mensaje de respeto y amor.
“Nos sumamos a la marcha para que vean que Dios no está condenando a una personas gay por ser gay ni a nadie de la diversidad sexual; como iglesia, nosotros tampoco lo hacemos. Que quede el mensaje de que hay una iglesia que no juzga y de alguna manera se empiece a educar a las personas”.
Como sacerdote y pueblo de Dios, apuntó que su misión es predicar la noticia de salvación mediante el perdón y la reconciliación, para salir de la muerte espiritual que es vivir en rencor, remordimiento, soledad, tristeza y temor.
“No es solo predicarlo en la iglesia sino llevarlo a la calle”, reiteró para luego negar que el objetivo principal de estos actos sea atraer a más gente a sus templos.
Puntualizó que como Iglesia su finalidad fue hacer sentir su apoyo a la comunidad de la diversidad sexual y hablar de Jesucristo y su amor, algo que también hace con todas las comunidades que han sido marginadas y oprimidas históricamente.
En ese sentido, dio a conocer que está en pláticas con representantes del Instituto Nacional de Antropología e Historia, y de la misma iglesia, para hacer las traducciones necesarias y lograr que los pueblos originarios hagan sus oraciones en su lengua materna.