Río Blanco, Ver. - Marcial Francisco Margarito empezó a trabajar la madera desde que tenía 15 años, su padre le enseñó del oficio, pero al morir, aquel joven tomó las riendas de su vida y su familia dedicándose de lleno a la carpintería.
Siendo un adolescente realizó sus primeros muebles, desde sillas, lijaba mesas, bancos y banquillos, no obstante conforme pasaron los años y empezó a elaborar trabajos más detallados como mesas plegables de madera.
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”Actualmente se vende poco, hay mucha competencia, las tiendas grandes bajan nuestra venta y hay quienes en su espalda llevan sillas o mesas, ya no es como antes".
Recuerda que su educación llegó hasta el tercer año de primaria, pues en su etapa estudiantil solo tenían ese grado escolar y aunque su deseo de seguir adelante académicamente lo tenía fue complicado, ya que al morir su padre las responsabilidades fueron más fuertes y sus prioridades cambiaron.
Su papá fue el mejor ejemplo para aprender la carpintería y a sus 67 años continúa haciendo muebles, herencia laboral que está dejando a sus 4 hijos varones, mientras que su única hija se enfoca en la realización de bufandas, gorros y jorongos de lana al igual que su esposa.
La profesionalización a través de los años
En su juventud demoraba para hacer muebles, pues la inexperiencia era notoria, pero conforme avanzaron los años los meses se hicieron semanas y luego días, ahora Marcial demora en hacer cantinas en 3 días, mesas en un 1 día y las sillas 4 en un día.
"Tengo años en esto, así como ves mis muebles es como yo lo hago, en esta expo (Río Blanco) vamos a ver como nos va, esperemos la gente, nos compre", dijo el artesano carpintero.
Los precios elevan su producto
Con la madera tipo pino traída del municipio de Atlahuilco y Ciudad Mendoza han visto un alza en el precio de las tablas de madera que ahora elevaron un 50 por ciento.
Anteriormente, una tabla de madera de 25 por 25 estaba en 60 pesos, después de 80 y las de 30 por 30 estaban en 100 pesos, ahora llegan a costar 200 pesos, ganando poco, pues los clientes no quieren pagar lo que es.
Los bancos que costaban 100 pesos, ahora son de 200, las mesas plegables costaban 300 pesos, ahora valen 600 pesos.