Mario Torres Osorio, especialista en masculinidad y adicciones, opina que ante el aumento del consumo de drogas y actos de violencia cobra mayor relevancia la perspectiva de género aplicada a las distintas áreas de la vida.
Al referirse al tema de rehabilitación por drogas, subraya que las características de la masculinidad hegemónica son un alto factor de riesgo no solo para el inicio sino también para el mantenimiento del consumo de las distintas sustancias nocivas para la salud.
- Te puede interesar: ¿Escuchas corridos tumbados? Conoce del género de moda censurado en México
“El ejercicio de la masculinidad hegemónica y el consumo de drogas se da sobre la dominación de la mujer y sobre la apropiación del cuerpo, el tiempo y los recursos de esta”, dijo en el segundo “Foro Nacional de Prevención, Tratamiento de Adicciones, Consejería y Salud Mental” coordinado por la Universidad del Conde.
Aprendizaje de la masculinidad hegemónica se da en la infancia
Torres Osorio, fundador del colectivo “Hombres responsabilizándose de su vida”, explica que el aprendizaje de la masculinidad hegemónica se da primordialmente en la infancia y se refuerza en la calle con los amigos, y su ámbito de actuación es el espacio público.
Además, señala que las relaciones de violencia y de competencia con el padre y con otros hombres son parte del constructo, lo mismo que la relación de cuidado y dependencia de las mujeres.
Nombra entre otros puntos que la violencia hacia sí mismo forma parte de los aprendizajes de los hombres, sumado a los aprendizajes en el ejercicio de la sexualidad que llevan riesgos de salud para los hombres y para las mujeres.
Menciona la necesidad de ahondar en las consecuencias de la falta de expresión de los sentimientos, pues sí lleva a mayores riesgos de consumo de alcohol y distintas drogas ilícitas.
Con este panorama, indica que en los centros de atención y rehabilitación, en el tratamiento se debe de incorporar el enfoque de género que permita el cuestionamiento y la reflexión sobre distintos temas.
Algunos de los mencionados son trabajar sobre las creencias de que las conductas de riesgo son signo de hombría y recalcar en cambio que pueden llevar a adicciones, accidentes, enfermedades de transmisión sexual, etc.
Los cuestionamientos, considera, deben ahondar en lo relacionado con sexismo y machismo, y en dejar de ver la sexualidad como ejercicio de poder y de dominación sobre las mujeres y otros hombres.
En sexualidad dice que se debe hablar sobre la igualdad en la relación y el respeto al cuerpo y a las decisiones de la mujer sobre su cuerpo, así como en sexualidad basada en el cuidado del propio cuerpo y el cuerpo de los demás.
Otras ideas a trabajar son la aceptación y respeto a la diversidad sexual, el cuestionamiento en la participación de toda forma de explotación sexual de todas las personas, tomando en cuenta la trata de mujeres, de niños y de otros hombres, y pornografía.
El trabajador social con experiencia en familias de personas con adicciones señala la urgencia de avanzar en la conciencia de los privilegios de la masculinidad no solo en el hogar sino en el trabajo, la escuela y todas las comunidades de las que forma parte.
En ese sentido, subraya que todo el personal de atención a las adicciones debe contar con la formación en perspectiva de género, lo mismo que la sociedad en general.
Indica que para el tratamiento se debe incorporar un enfoque que permita trabajar las creencias sobre la relación entre los hombres basada en la competencia y la subordinación sobre los otros.
Nombra la promoción de formas de relación basadas en la colaboración y la igualdad en la relación; la resignificación de la paternidad, no considerarla solo como el acto de engendrar a los hijos, y asumir la responsabilidad de ser padres.
Además, involucrarse en el cuidado y la crianza de los hijos asignando más tiempo para ello, trabajar con las habilidades emocionales para cuidar, amar y criar a los hijos, y pasar de una identidad basada en la exclusión de lo femenino a una identidad flexible, donde integre en su persona lo masculino y lo femenino.
También, pasar de pensarse todopoderoso a una posición que reconozca su vulnerabilidad y que de la inexpresividad emocional pase a la expresión de sentimientos, así como trabajar para la aceptación de toda la gama de sentimientos y su libre expresión.
Más allá de los centros de atención por drogas, a los hombres en general les recuerda que los miércoles a las 17:30 hay sesiones en el Centro de Integración Juvenil de Xalapa, ubicado en Acueducto, y ya también hay opción en Coatepec, en la ex Casa de Cultura, los sábados a las 17 horas. Para más informes se puede llamar al 22 82 15 06 28.
Publicado en Diario de Xalapa