ORIZABA, Ver.- Aunque sin descalificar lo dicho por docentes sobre que los dos años de pandemia generaron un retraso escolar equivalente a 10 años, el Padre Helkyn Enríquez Báez, vocero de la Diócesis, dijo que si bien en la proporción aritmética esto resulta contradictorio, sí es creíble que la crisis sanitaria afectó no solo a los niños sino a los docentes, de muchas maneras.
“Desde la sociabilización que no han tenido los niños, pues hay algunos que prácticamente han hecho el pre-escolar en tiempo de pandemia, por lo cual no han tenido sociabilización con otros niños”, dijo.
Los profesores, abundó, también han tenido una carga extra de trabajo, porque a lo que ordinariamente hacían ahora han tenido que capacitarse en tecnologías a distancia, “han tenido que gastar recursos extras para poder suplir esta necesidad, muchas veces sin el apoyo de las instituciones gubernamentales”, apuntó.
Esto también ha generado trastornos en el ambiente familiar, ya que los padres han tenido que dejar su trabajo para atender la educación de los niños, en casa; es decir, “sí ha provocado distintas realidades que han afectado la educación”.
En esto, destacó, toca a todos colaborar para que los niños, los adolescentes y los jóvenes puedan regresar a las aulas y puedan recuperar este tiempo donde se han visto afectados sus estudios. En ello, acotó pueden participar no solo los padres familia, sino los educadores y los educandos e incluso la misma sociedad.
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Y es que dijo, hay varias instituciones que pueden colaborar también para que se fortalezca la educación y que se recupere. “Recordemos que esto no es exclusivo de nuestro país, ha pasado en todo el mundo; así que también hay que voltear los ojos a otros países y ver lo que están haciendo, para también aprovechar la experiencia y no tener que inventar todo desde cero, sino descubrir lo que funciona y también aprender de los demás”, concluyó.