Orizaba, Ver.- “La cuestión de la seguridad ya no está en manos del Estado desafortunadamente y, cada vez esto evoluciona más”, aseveró Jairo Guarneros Sosa, integrante de la Coordinadora de la Sociedad Civil.
Al referirse al secuestro de dos profesoras, en municipios de la región Centro, dijo que lo que ocurrió debe tomarse como motivo de estudio para ver “cómo los grupos delincuenciales han avanzado en su capacidad; me habla de un plan que llevaron a cabo y que si querían demostrar fuerza o capacidad, lo demostraron y esto es mucho más preocupante”, subrayó.
Recordó que de acuerdo con las cifras que manejan los docentes se habla de 45 profesores secuestrados en lo que va del año y la cifra de taxistas iría por el mismo número y “esto es sumamente grave porque no hay certeza”.
Consideró que la inseguridad la resienten esos dos sectores de la población de manera indistinta en todos los municipios de la región.
Recordó que el año pasado, los profesores de Atzompa dejaron de ir a las escuelas precisamente por el problema que hoy afectó a Atzacan. Consideró que si los profesores paran de ir a clases no será suficiente.
“Vamos a parar pero vamos a obligar al sindicato y vamos a llamar a todos, porque aquí es una cuestión no de decir vengan y ayúdenme. Aquí el asunto es decir vamos todos a ayudarnos porque ¿quién me puede decir ahora que están totalmente seguros, que no lo van a secuestrar?”, cuestionó.
Enfatizó que ya se debe pasar de la etapa de solicitar, de pedir, de decirle al gobierno mándanos seguridad, por favor; y pasar a la etapa de la exigencia y de la demanda de seguridad. “¿Que cómo se va a hacer?, cómo se ha hecho por mucho tiempo y muchas veces, parándose, haciéndose visibles”, aseveró.
Agregó que los dos gremios, profesores y taxistas son capaces de movilizar como mínimo a cinco mil personas y paralizar la región hasta que exista realmente voluntad de sentarse y decir “estamos haciendo esto y, que realmente se vea que hay cambio; pero que no vengan nuevamente a dar atole con el dedo, mandándonos un operativo espectacular, nada más, como parte de una escenografía y al ratito que se fueron quedamos en las mismas”, indicó.
Destacó que cuando ya no hay seguridad se puede generar dos cosas, una, que probablemente lo que el estado busca es que todo mundo se meta en su casa y no proteste en la vía pública o, puede ser lo que pasó por ejemplo en Atzompa, donde quemaron, desafortunadamente, a unos jóvenes o, “lo que pasó en otro lado, donde incluso estando la policía llegó un grupo armado los hace a un lado, ejecutan a los que están y dicen, aquí terminó el asunto; lo que llevaría a una descomposición mayor, porque también las multitudes se pueden equivocar y pueden generar un linchamiento de alguien que realmente no tenga nada que ver", concluyó.