Nogales, Ver.- En medio de aplausos y con el último pase de lista, Bomberos de las estaciones de Fortín, Orizaba, Ciudad Mendoza, la Brigada de Kimberly Clark, así como bomberos de Amatlán y Córdoba, familiares y amigos, rindieron un homenaje póstumo al comandante de Bomberos Metropolitanos, Hugo Béjar Ramos, quien falleció ayer a consecuencia del Covid-19.
El presidente de la Junta Estatal de Bomberos del estado de Veracruz, Manuel Jiménez Cadenas, recordó el ánimo, ímpetu y valor de su homólogo, a quien conoció en la juventud y con quien compartió desde su incursión en la Cruz Roja de Orizaba.
“Hace unos años lo invité a formar parte de los Bomberos de Orizaba porque sabía que era respetuoso, disciplinado, fue elemento de la Estación 119; inquieto, siguió adelante y se integró a los Bomberos de Ciudad Mendoza, pero tenía el sueño de poner una estación en Río Blanco y que abarcara Nogales”, dijo.
Recordó que Béjar Ramos dio todo de sí, pues nunca exigió al gobierno del estado o a los presidentes municipales lo que necesitaba su Estación de Bomberos, él buscó la forma de conseguir el equipamiento. “Él era el comandante, el paramédico, el bombero, el mecánico; todo”, resaltó.
Señaló que duele su partida porque fue toda una vida de compartir no solo en el trabajo, sino una amistad. A los elementos de la Central que fundó, Bomberos Metropolitanos, de la que fue comandante durante los últimos 11 años, les recordó lo importante que es ser leales a su patronato y al nuevo jefe que designen.
Ángel torres Carrillo, ex comandante de Cruz Roja Orizaba pidió a los Bomberos Metropolitanos seguir el ejemplo de su comandante, que no haya divisiones entre ellos, que se vean como iguales. “Todos tienen que trabajar en equipo, porque siéndolo todo se hace bien”, resaltó.
Te puede interesar: Buscan Bomberos de Zongolica les donen parte de predio del INPI
Su partida, apuntó, fue sorpresiva porque pensaban que superaría la enfermedad.
Por parte de su familia, sus hijos agradecieron el acompañamiento que les han dado. A su padre agradecieron haber sido un buen papá, un gran comandante y ejemplo no solo para su familia sino para muchas personas más. “Mi padre se reúne de nuevo con Dios para hacer su Central allá”.
Al término de la ceremonia que se realizó en la Central de los Bomberos Metropolitanos, el cortejo partió rumbo al Cementerio de Ciudad Mendoza a donde lo sepultaron.