Nogales, Ver.- Relatos como el de la Llorona no son nuevos para elementos de la Protección Civil. Durante los recorridos nocturnos varios han escuchado su lamento, que les eriza la piel e incluso aseguran que han visto ver desaparecer su silueta a lo lejos.
Jesús actualmente es guardia municipal de Orizaba, pero tiene presente que cuando trabajó en Protección Civil de Nogales vivió una experiencia que no va a olvidar, pues, aunque no fue la primera vez que veía a la Llorona, en esa ocasión fue diferente lo que percibió.
“Anteriormente trabajé en Protección Civil de Nogales. Un día estaba por Sivesa hablando con un comandante, eran aproximadamente las 2 de la mañana, y le daba el reporte de la vigilancia que se había hecho hasta esa hora y me pedía que dijera a los muchachos que descansaran un rato”.
De pronto, relata, sintieron una presencia muy cerca de ellos, “se me erizó la piel del cuello y mis piernas comenzaron a temblar, no podía controlar ese temblor”, reconoce. La reacción de su compañero fue parecida. “Le pregunté si percibía algo y me dijo que sí”.
En fracción de segundos, agrega, su equipo de radiocomunicación comenzó a hacer ruido, como si hubiera interferencia y le dijo que dejara de jugar con la radio. “Me estaba diciendo eso cuando se metieron todas las frecuencias de los radios y se dio cuenta de que no era yo; fue cuando escuchamos el lamento de la llorona”.
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Un grito que no provenía de ningún lado
Al percibir y escuchar el grito comenzaron a buscar a su alrededor. Recuerda que estaba cerca de la vía del ferrocarril y sólo los rodeaba la maleza del lugar, por lo que no vieron nada ni a nadie.
Fue tal la impresión que decidieron retirarse del lugar. “Pensé que solo yo percibí y sentí el escalofrío, pero al meterse todas las frecuencias de los radios todo cambió, porque era una energía fuerte, diferente la que percibimos. Nos dio miedo y nos fuimos de ahí”, menciona.
Así como este relato son muchos los que platican entre quienes se encargan de procurar la seguridad de la población, no solo de este municipio sino de otros de la zona de las Altas Montañas… Tú ¿Has escuchado el lamento de la Llorona?