ORIZABA, Ver.- El camino en la Lucha Libre Mexicana no es fácil, pues a pesar de tener la preparación para desarrollarse en ella, las lesiones y otros obstáculos complican el trayecto, reconoció Chessman, luchador profesional, quien tiene una trayectoria de 28 años y reveló que llegar a ella fue la mejor experiencia de su vida.
En entrevista, tras su arribo a esta ciudad donde participará este sábado junto con otros profesionales en la Lucha “Héroes Inmortales XIII” en el Coliseo La Concordia, recordó que antes de llegar a la lucha profesional, entrenó durante cinco años, lucha olímpica, grecorromana, intercolegial y libre.
Apuntó que lograr su sueño no fue fácil, por lo que consideró que alcanzarlo ha sido la mejor experiencia de su vida, ya que desde pequeño lo anheló.
Mi papá fue futbolista profesional, jugó en el América y como todo papá quería que yo fuera futbolista; yo no era malo para jugar fútbol, pero no era algo que me llenaba, no era lo que me nacía ni lo que sentía. La Lucha Libre, desde que yo recuerde, desde los cuatro o cinco años fue lo que me llamó la atención
Chessman, luchador profesional
Reconoció que al inicio su papá no lo impulsó, pero cuando se dio cuenta de que en verdad “yo era para esto”, lo hizo.
El atleta destacó que su camino por ese deporte no ha sido fácil, pues ha sufrido lesiones que han puesto en riesgo su profesión, aparte de muchos otros obstáculos que han hecho su camino difícil, por ello afirmó que “no es fácil llegar, lo difícil es mantenerse. Si fuera fácil todo mundo lo haría”, acotó.
A los adolescentes y jóvenes, Chessman los exhortó a trabajar para lograr sus sueños. “A lo mejor hay familias que no tienen para mandar a los hijos a la escuela y es razonable porque a lo mejor la economía en esas familias no es muy buena; pero a veces no es necesario que estudies, métete a un deporte el que te guste, fútbol, lucha libre, karate; lo que te nazca, lo que sientas y si lo vas a hacer, hazlo, porque vas a ser algo en la vida”, enfatizó.
Señaló que en la Lucha Libre de la AAA los adolescentes pueden comenzar a prepararse a partir de los 15 años pues comienzan a tener un poco de madurez física, con tres años de entrenamiento alcanza la madurez y por haber desarrollado su cuerpo son aptos para practicarla. “Para ser luchador primero tienes que aparentarlo”, concluyó.