Huiloapan de Cuauhtémoc, Ver.- Sobre la carretera se quedan marcados no solo las malas condiciones del asfalto, la huella de las llantas quemadas, sino que también hay buenas y malas experiencias de los chóferes de carga pesada, desde hace 18 años, Eraclio Barojas Mellado, tiene momentos que contar y recuerdos de lugares bonitos que preservar.
A sus 50 años de edad, el originario de Altamira, Puebla, recuerda que tomó por primera vez un camión tipo torton, toda vez que sus hermanos mayores y primos realizaban la actividad de conducir un carro pesado, oficio que le llamó la atención y empezó su labor.
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En su andar ha conocido estados de la República Mexicana como, Chiapas, Guadalajara, Cancún, Puebla, Ciudad de México, siendo estos dos últimos los que cuáles considera son vulnerables a la inseguridad, "por trabajo empecé en el carro, me gustó, como vi a mis hermanos en el transporte de carga".
Desde hace 4 años, comenzó a manejar un tráiler y sus experiencias han ido en aumento, sin embargo, no todas son buenas, pues en su trayecto ha sido privado de su libertad en tres ocasiones.
"Me han quitado mi camión, tres veces, en los 18 años que llevó laborando, de verdad es triste porque uno piensa lo peor, gracias a Dios en ese aspecto de robo me han tratado, pues estoy con vida".
No todo ha sido diversión y aventuras en la vida de Eraclio Barojas
El último incidente que tuvo fue hace dos años y medio con una empresa de Puebla. En casa, su esposa e hijos lo esperan y frecuentemente le argumentan que deje de laborar por lo peligroso e inseguro que se ha vuelto la carretera.
Para Eraclio la carretera no ha sido mala, pues de este oficio ha sacado adelante a sus tres hijos, la mayor de 24 años, seguido de la de 22 y su hijo de 20 años, quien estudia, "una de mis hijas quiere ser enfermera, gracias a Dios de aquí ha salido mi vida, me ha ido bien, pero los robos han sido lo más fuerte".
Él agradece la labor que tiene y que no le ha faltado nada, en el transporte agradece tener muchas cosas buenas, pues ha conocido Pueblos mágicos y ha hecho amigos que se vuelven familia en la carretera y en los merenderos del país.
Pide al gobierno apoyo para que baje la inseguridad, la matanza a los chóferes y mejores condiciones en la pista, por ellos él se suma a la marcha de Amotac.
"Basta de robo, homicidios a los compañeros, la rapiña lo veo mal, han pasado muchas cosas que la unidad tirada y el conductor adentro, como es posible la gente haga eso, hay inseguridad para nosotros".
Cabe destacar que todavía no conoce los estados fronterizos, ya que le ha tocado viajar en la zona centro del país, sin embargo, anima a los jóvenes a que si les gusta el transporte se decidan a hacerlo, que se alejen de los vicios y sigan por el buen camino.