Un pino puede meter entre 70 y 100 litros de agua al subsuelo en dos días sin problema y aunque depende del tamaño y follaje del árbol, uno de 20 metros y copa regular lo puede hacer en dos días con niebla intermitente, sostuvo el biólogo Jesús Dorantes López, quien agregó que una hectárea de bosque normal puede contener entre 400 y 600 pinos, de ahí que se realicen los estudios correspondientes para poder reclamar servicios ambientales.
El mejoramiento de los pinos va de la mano con la captación de agua, agregó, por lo que también trabajan en el mejoramiento genético de las variedades colorado y chamaite, para lo cual han recogido semillas de 380 árboles de buena calidad en el país, así como en 60 de Veracruz.
No hay una cultura de la calidad, añadió, ya que los silvicultores cortan su mejor árbol y dejan los de mala calidad que no les darán buenos rendimientos, lo que equivale a deshacerse de su mejor semental.
El investigador de la Facultad de Ciencias Agrícolas de la Universidad Veracruzana informó que también trabajan en el plan de estudios de la carrera de silvicultura que no tiene la UV, la cual es necesaria para fomentar el cuidado de los bosques.
Desde hace tres meses, en colaboración con alumnos de las carreras de Ciencias atmosféricas y Biología de la UV, se realiza la investigación para tener datos concretos sobre la captación de agua por pino para darle información a los silvicultores, así como a las autoridades que pagan los servicios ambientales.
Puntualizó que la deforestación representa una amenaza para la captación de agua, de ahí la cultura de la conservación porque los dueños de los bosques pueden obtener recursos nacionales e internacionales por capturar agua y dióxido de carbono, por la conservación de la biodiversidad, la conservación del suelo y por supuesto, por la madera que se produzca en sus predios.
Muchos de ellos saben y están conscientes que el cuidado de los bosques representa dinero, sin embargo, también se trata de hacer llegar el conocimiento a quienes por resolver su situación económica siguen sembrando maíz en las laderas, donde cada año se pierden 90 toneladas de tierra que irán a azolvar y a ensuciar las partes bajas como Cardel, Veracruz y Boca del Río, entre otros municipios.
Explicó que las 90 toneladas de tierra que se pierden equivalen a 13 camionadas de volteo que valen cada una alrededor de mil 200 pesos, y que los campesinos únicamente sacan una tonelada y media de maíz.
Para el mejoramiento de las especies, en colaboración con el ejido Monte Grande que está arriba de Tonalaco en el Cofre de Perote, los especialistas trabajan en la producción de pinos patula en Banderilla, Jilopetepec y Perote con los que se harán reforestaciones de mejor calidad. Un árbol de mala calidad da un metro cúbico de madera y el mejorado, metro y medio, diferencia importantísima cuando se trata de capturar dióxido de carbono y servicios ambientales, explicó.
Antes del año 2000 se habían reforestado 75 mil hectáreas en el estado y entre el 2001 y 2012 fueron 400 mil hectáreas, pero después de los tres últimos sexenios no hay datos concretos, lamentó.
Concluyó que se requiere crear la carrera de silvicultura que en el estado no la tiene la UV, sólo los tecnológicos de Perote y Zongolica, para dar asesorías, pues la conservación de los bosques representa un buen negocio, por lo que cuando se ve un camión de madera en pleno día se descarta que se trate de talamontes, son más bien los beneficios que tienen los silvicultores que pueden cortar sin dañar el medioambiente.