Orizaba, Ver.- Habib Abdala Meléndez es un jovencito orizabeño de apenas 17 años, que lucha desde hace dos años contra la leucemia linfoblástica aguda. Aunque sus expectativas de superar la enfermedad, de acuerdo con los médicos son pocas, él tiene muchas ganas de vivir y de realizar su proyecto de vida, por lo que su familia se da a la tarea de reunir, con apoyo de la población, los recursos económicos que necesitan para comprar el tratamiento que necesita y recuperar su salud.
Abraham Abdala, su papá, recordó que se enteraron de la enfermedad de Habib el 3 de agosto de 2018 al realizarle análisis clínicos luego de que tuvo un desmayo mientras ensayaba, pues sería chambelán de una de sus mejores amigas.
Tres días después de conocer el diagnóstico ingresó al Instituto Nacional de Cancerología (Incan), en la Ciudad de México. A partir de ahí se sometió a una serie de quimioterapias y tratamientos para tratar de disminuir la enfermedad.
LE HAN CAMBIADO TRES VECES EL TRATAMIENTO
“Hasta la fecha lleva 12 o 13 inmunoterapias, pues le han cambiado tres veces los métodos que están utilizando”, relata su papá.
Los que le han aplicado, entre ellos un tratamiento híbrido, han bajado la enfermedad en hasta 0.54 por ciento, pero ha tenido más de tres recaídas que han sido difíciles de combatir, porque el cuerpo empieza a tener toxicidad y la respuesta a las quimioterapias es menos efectiva.
SU ORGANISMO NO RESPONDE Y LO DESAHUCIARON
“Hace 2 semanas el doctor le hizo unas pruebas para determinar la cantidad de enfermedad que tiene mi hijo y dice que tiene 37%, lo cual es negativo al tratamiento y nos dijo que está desahuciado”, recuerda con tristeza.
Sin embargo, dijo, hay una posibilidad, no solo para hacer que disminuya la enfermedad sino curarla con una inmunoterapia, que, a diferencia de la quimioterapia, las sustancias que se meten al cuerpo van directamente a atacar las células cancerígenas.
REQUIEREN CERCA DE 2 MILLONES DE PESOS PARA EL TRATAMIENTO
Dicha inmunoterapia se hace con un medicamento que se llama Plinatumoral, que existe solamente de patente y el costo de cada dial oscila entre 30 y 33 mil pesos. “Necesitamos en una primera instancia de 28 a 30 frascos y en la segunda, tras un descanso de un mes se necesita la misma cantidad”, dijo.
Por ello es que su familia necesita entre un millón 680 mil y un millón 800 mil pesos para cubrir, además de la hospitalización, todos los insumos que se requieren para aplicarle los diales, ya que utilizan bombas especiales para inducir el medicamento al cuerpo, ya que no se hace con un goteo normal, sino de forma intravenosa a través de un catéter que le colocarían por cuarta ocasión.
LUCHAN INCANSABLEMENTE POR OBTENER LOS RECURSOS
Aunque la cantidad para dar esa oportunidad de vida a Habib está por fuera de su alcance, su familia busca el apoyo de la gente de buen corazón, pues sus ganas de vivir son muy grandes.
Don Abraham ha recurrido a las diferentes instancias del gobierno federal, pues, aunque cuenta con espacio en el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), el tratamiento para su enfermedad no está en el cuadro básico de medicamentos que otorga. Aparte de que por la emergencia sanitaria todas las gestiones están detenidas.
Pese a ello, mantienen la lucha junto con el doctor José Ramiro Espinoza Zamora, médico de Habib, que ha hecho todo lo que ha estado en sus manos para que éste se recupere. “Otro doctor ya nos hubiera mandando con paliativos y a la casa a esperar, pero él sigue luchando por mi hijo, él nos asegura que hay abasto de medicamento lo que desconozco es ante quien se hacen los trámites”, refirió.
EN DOS AÑOS HA TENIDO CIRUGÍAS Y ESTUVO A PUNTO DE SUFRIR UN INFARTO
Los dos años de lucha que ha mantenido Habib no han sido nada fáciles pues las secuelas de las quimioterapias han sido muy fuertes. “Sufrió herpes en los genitales que le dejó un dolor inmenso durante 6 meses, tuvo una pericarditis y estuvo a punto de un infarto, se vio muy mal; durante 2 meses estuvo monitoreado las 24 horas del día porque estaba muy delicado de su presión arterial con una perforación en su intestino delgado debido a que la quimioterapia le adelgazó las paredes del intestino lo que lo llevó a una peritonitis y lo tuvieron que operar de emergencia; como estaba contaminado su cuerpo lo lavaron por dentro y le cortaron el intestino”.
En dos ocasiones su organismo se ha contaminado con la bactería Coli, que le bajó las defensas, tuvo un hongo en los pulmones que se tuvo que controlar con un medicamento, muy caro; cada caja costaba 8 mil pesos y duraba 7 días, requirió este medicamento durante 3 meses y “bendito Dios salió de todo eso”, enfatiza don Abraham.
HABIB PRACTICABA DEPORTE
Al hablar de Habib su voz cambia y relata que es un joven con mucho ímpetu y todavía muchas más ganas de vivir, y lo que menos puede hacer es luchar por él. “Él no se quiebra, tiene un carácter muy fuerte y eso es lo que lo ha ayudado a estar aquí a salir adelante a pesar de todo”, dice orgulloso. Es coqueto en su forma de ser, honesto, alegre.
Siempre ha sido deportista, disciplinado; comenzó entrenando gimnasia olímpica, después entrenó box por cerca de un año y le gusta también un arte marcial que se llama Krav magá, aparte de que le gusta hacer senderismo. “Tiene muchos proyectos y dice que, si Dios lo permite, los va a hacer”.
A PESAR DE ADVERSIDAD, SU FAMILIA LUCHA UNIDA
Don Abraham, quien es catedrático del Instituto Tecnológico de Orizaba reconoce que la enfermedad de su hijo menor cambió la vida de su familia y a pesar de todo están unidos en su lucha por su vida.
“Es una enfermedad muy fuerte que acaba, no solo económica sino emocionalmente, inclusive hasta la fe la puede derrotar, pero llega uno a levantarse”, señala.
Actualmente Habib, su papá y su hermano mayor, Abraham, están en la Ciudad de México pues entró a terapia ambulatoria, ya que el doctor intenta bajar la enfermedad lo más que se pueda para que cuando le administren el otro medicamento éste surta más efecto.
Las personas que deseen solidarizarse con la familia Abdala Meléndez y hacer alguna aportación económica para brindar a Habib una esperanza de vida pueden hacerlo en cualquiera de las dos cuentas bancarias disponibles:
Bancomer
Miguel Abraham Abdala Castillo
Núm. De cuenta 278 370 8470
No. Tarjeta 4152 3134 0960 2039
Cuenta Clave 012 180 02783708470 8
HSBC
Fabiola Meléndez Villafaña
No. De cuenta 641 7610932
No. Tarjeta 4213 1660 9047 8649
Cuenta Clave 021 852 06417610932 5