ATZACAN, Ver.- Hay luto y dolor en el pueblo de Atzacan, tras la repentina muerte del alcalde Octavio Misael Lorenzo Morales. Esta mañana decenas de familiares, amigos y políticos recibieron la carroza fúnebre que trasladó el cuerpo al domicilio del finado edil.
A la entrada del pueblo, la gente ya esperaba al cortejo para acompañarlo hasta su casa, las mujeres cargando flores, un mariachi y una banda de viento entonaban música y cantaban las canciones que gustaban al edil.
Afuera del Palacio Municipal, decenas de vecinos esperaban el arribo del vehículo de la funeraria. Ahí empezó a arremolinarse la gente cuando por fin llegó una persona dijo: “allá viene la carroza".
Al frente del cortejo iba la viuda, Aidé su hija y el empresario Fidel Kuri Grajales, tomados del brazo formaron una cadena humana que rezaba y lloraba al edil. Querían mucho al alcalde que de niño trabajó en el campo, para escalar luego posiciones en la política. Siempre sonreía a su pueblo, desde la primera vez que ocupó la silla presidencial hace una década.
Murió en plena pandemia por Covid-19, por lo que nadie pudo darle un abrazo, ni un beso de despedida, sin embargo su pueblo lo recuerda con cariño porque siempre ayudó a los que menos tienen.
La familia adoptó medidas preventivas para los amigos y políticos que quisieron despedirse. A su hogar, a donde fue trasladado su cuerpo ingresaron grupos reducidos a dar el pésame a la viuda Aidé González Osorio y su hija Guadalupe. A todos duele porque es una situación extraordinaria.
Se conoció que lo velarán dos días y el miércoles le rendirán un homenaje póstumo y lo sepultarán en el panteón de la cabecera municipal. Él siempre quiso ser enterrado en su pueblo, y así ocurrirá. La familia no convocó al pueblo, pero éste se volcó para expresar su dolor y condolencias a sus deudos.