Omealca, Ver.- Derivado de la crisis económica provocada por el Covid-19, madres solteras se ven en la necesidad de salir de sus casas o colonias para vender sus productos, ya que la falta de empleo y de ingresos las orilla a ejercer el ambulantaje para tener un ingreso y así atender sus necesidades básicas.
Teniendo su venta quizá en sus hogares o colonias, un grupo de 4 madres, salen diariamente a las calles céntricas de Omealca a la altura del Ingenio San José de Abajo, donde con rejas de plátano llegan a ubicarse a la altura de la capilla ya que han notado más afluencia de gente para poder ofertar su producto.
Pese a que el salir de su “zona de confort” les pueda generar un ingreso extra, estas mujeres así como otros comerciantes ambulantes optan por estas alternativas porque los empleos están escasos o mal pagados.
Guadalupe Campos Jiménez, habitante de Xúchiles y vendedora de plátanos mencionó que la venta ha bajado un 50 por ciento y de obtener 250 pesos diarios, ahora únicamente junta 150 pesos.
Ella es madre soltera de 3 mujeres a las cuales les ha proveído de estudios, “mis tres hijas van a la escuela dos de ellas van a la preparatoria y otra a la universidad, con lo poco que gano les ayudó con sus clases y poder tener dinero para comer, ahora que no van a la escuela me ayuda pero si fueran no me alcanzaría el gasto”.
Señaló que han pasado muy mal la pandemia porque existen ocasiones en donde no generan nada.
Por su parte, Laura Peralta Corona, originaria de Xúchiles también vendedora de plátano, dijo que muchas veces lo que llegan a ganar no les alcanza para recuperar la inversión de la fruta que llegan a comprar para vender.
“Podemos decir que algunas veces recuperamos lo que invertimos, pero libres nos quedan 100 pesos y eso lo tenemos que distribuir para los gastos del día”.
Estas mujeres, dieron a conocer que depende de la temporada es la fruta que venden, hace unos meses fue chinene en este momento es plátano y próximamente por la temporada será naranja malta.
La pequeña plaza donde estas mujeres se colocan para poder vender lo que ellas con esfuerzo compran y sacar su inversión, da cabida para otros vendedores que buscan un sustento diario, tal es el caso de don Isidro Ramos, una persona adulta mayor quien vende flores.
Argumentó que las ventas son lentas”, no se trabaja bonito, las flores las compramos caras y no da para que demos precios, yo ya estoy grande y pues no se cuanto tiempo viviré con mis amigos que también se colocan aquí vamos luchando todos los días”.
Aparentemente don Isidro tiene poco más de 70 años y aun así poco a poco va cargando sus rollos de flores en busca de un lugar abierto, con sombra y es allí donde empieza a armar sus pequeños ramos de flores blancas y rojas para empezar su venta.
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