Orizaba, Ver.- “Vine a despedirme”, dijo con voz entrecortada Mauricio Miguel Sánchez Franco, joven orizabeño de 28 años, quien después de vivir los últimos 10 lejos de su mamá y hermanos, por problemas familiares, regresó porque las posibilidades de vida que tiene son pocas luego de que le diagnosticaran leucemia y su última opción sea un trasplante de médula.
Entrevistado mientras pide el apoyo económico de la gente que camina por la avenida peatonal Francisco I. Madero, que lo ve con curiosidad pues viste una túnica blanca, el rostro pintado de blanco, una peluca gris y una corona de espinas simulada, Mauricio relata que él es orizabeño y aquí vivió hasta casi los 18 años, cuando se fue porque tuvo serias diferencias con su familia.
El tiempo que estuvo alejado trabajó en Tijuana, no terminó más que la primaria, por lo que encontrar empleo se le ha dificultado; sin embargo, ha salido adelante, los últimos seis años con el apoyo de su esposa y su principal motor, su hijo de cinco.
Recuerda que fue después de que naciera su hijo que le diagnosticaron cáncer en la sangre, pues sufría constantemente de sangrado nasal, desmayos “y a veces me quedaba ido”, además de que sufría de mucho dolor.
Tras su diagnóstico le aplicaron quimioterapias y radioterapias, pero ninguna funcionó pues su organismo los rechazó, la opción que dice le queda es el trasplante de médula y su hermano será su donante.
Aunque a veces flaquea, por lo difícil que ha sido obtener el recurso para pagar su tratamiento, hizo la promesa de vestirse como Jesús hasta reunir lo que necesita y poder operarse.
Mencionó que una persona de Coatzacoalcos se ofreció pagar la mayor parte del costo de la operación y le pidió que solo reuniera 30 mil pesos, de los cuales le faltan 12 por recaudar, por lo que recorre diferentes ciudades, vestido como Jesús, pidiendo el apoyo de la población.
En su andar, apuntó, se ha encontrado con gente que se acerca y le da unas monedas, pero también algunas personas lo critican e insultan por la forma de vestirse.
Eso, dijo, no le importa pues su lucha por reunir lo que necesita continúa pues quiere vivir y para ello debe reunir lo que le falta para poder operarse en febrero del próximo año.