Orizaba, Ver.- El promedio de vida de una persona transgénero en México es de 35 años y es el segundo país a nivel mundial en transfeminicidios, mencionó Gabriel Reyes, activista de la comunidad LGBTTI en la zona de las Altas Montañas.
Dijo que esa realidad es muy grave porque a nivel humano, ellas también tienen derecho a la vida, a un ambiente sano a trabajar y a vivir bien.
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Kenya Cuevas se presentará en Orizaba
Tras dar a conocer que el próximo 10 de octubre llegará a esta ciudad Kenya Cuevas, fundadora y directora nacional de Casa de las Muñecas Tiresias A.C. para presentar su documental en la USBI Ixtaczoquitlán y para participar en el conversatorio “Transformando una sociedad más inclusiva”, en el Museo de Arte del Estado, dijo que por el contexto machista que prevalece en México, el panorama para las personas transexuales no es fácil.
Consideró a Kenya Cuevas su heroína e inspiración. “Dice que no se necesita ser la causa para defender la causa. No necesitamos ser personas con discapacidad, personas trans, para defenderlas, lo que falta es empatía de unos con otros”.
Destacó que ella está haciendo algo importante: da valor y visibilidad a una población, de la que todos en algún momento se burlan y se dan permiso de creer que como es una población vulnerable tienen el derecho -en una posición ficticia más alta-, para lastimarlos. “Hablamos de la comunidad indígena, de las personas con discapacidad, etc. y, ella, a partir de su activismo enseña muchas cosas”.
Recordó que Kenya Cuevas es una persona que vivió 20 años en situación de calle, comía de la calle y se convirtió en una de las mujeres más poderosas de México por su activismo. “Es una muestra de que todos podemos cambiar, con voluntad, nuestra realidad”.
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Inclusión se puede lograr con pequeñas acciones
Subrayó que el cambio que se necesita se puede hacer con pequeñas acciones, como respetarlas, con no herirlas y sobre todo enseñando a las nuevas generaciones a ser tolerantes.
No es una opción, tenemos que hacerlo, desafortunadamente, mientras no pase en casa, no pasa nada
A nivel local, dijo, se pueden hacer cosas como enseñar a las nuevas generaciones a respetar a las personas diferentes.
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“Tenemos que abrirnos a conocer a las personas, no sabemos por qué esté en la prostitución. Tal vez llegó por un acto de violencia de abandono y la sociedad todavía los refuerza es importante que en esta ciudad con doble moral reconsidere y, a nivel humano haga la diferencia.
El tiempo de vida de una persona transgénero es de 35 años por causa del asesinato del transfeminista mueren por falta de recursos para poder tratarse y dar seguimiento a sus tratamientos hormonales ellas están en una situación vulnerable por enfermedades es fácil normalizar el trabajo sexual y decir que están ahí porque quieren, pero realmente no lo sabemos.
Kenia está haciendo la diferencia primero al crear asociaciones para apoyar a las personas transexuales de manera educativa ese es el eje de su fundación y a cambiar la realidad para ellas para que puedan tener un trabajo para que la población no les excluye y estén a la par en todo nivel humano eso es importante
“Como parte de la comunidad LGBTTI no pedimos un lugar especial ni alabanzas ni aplausos, simplemente pedimos respeto”, concluyó.