Xalapa, Ver.-David Montiel mide 1.34 y llegó a pesar 70 kilos, eso le llevó a cambiar de hábitos, de vida y a elegir la halterofilia como una forma de ejercitarse y mantenerse en forma hasta llevarlo a un nivel competitivo, con lo cual logró que se diera espacio a las personas de talla pequeña en el culturismo a nivel nacional e internacional.
El deportista xalapeño de alto rendimiento, mejor conocido como “Torito”, fue campeón nacional de Power Lifting adaptado y el año pasado participó en las competencias clasificatorias para tomar parte en los Juegos Panamericanos, en las que obtuvo el cuarto lugar.
Fue hace siete años cuando debido al problema de obesidad que presentaba David decidió hacer un cambio de hábitos y hoy que tiene 30 años de edad se siente satisfecho porque con su trabajo logró que se le diera un espacio a la gente de talla pequeña, lo que ahora es más común.
En 2017, después de pasar seis años practicando culturismo, fue invitado para probarse como deportista de levantamiento de competencia olímpico y llegó a ser campeón nacional. Actualmente se encuentra estudiando cómo reacciona el cuerpo de la gente pequeña, a nivel fisiológico, ya que a veces e la nada les vienen ciertos achaques debido a la displasia degenerativa que afecta sus articulaciones, cartílago y huesos de lo cual se derivan lesiones en rodillas y hombros.
Le interesa mucho estudiar y entender por qué su organismo actúa de forma diferente para poder ponerlo en práctica en sus actividades deportivas para prevenir lesiones, pues tienen un riesgo alto por el desgaste que van sufriendo. En cuanto a los daños al organismo, dijo que un año para las personas “normales” equivale a tres para la gente pequeña.
Aun cuando un traumatólogo le dijo que su vida deportiva activa sería de solo dos años más debido a su problema degenerativo, ha buscado las alternativas para alargar su actividad deportiva hasta por diez años en la halterofilia.
Llevar la representación de México a las competencias ha sido para David Montiel un reto emocional fuerte. En un inicio las competencias eran para él porque no veía a personas de su condición, pero hoy ya se les empieza a ver en competencias nacionales e internacionales.
"Las emociones se van al tope, cuando encuentro a iguales en las competencias y llevo la responsabilidad de representar al país; es un reto", por lo cual requiere que las emociones no le ganen. Concluye que ha aprendido a darle orden a sus emociones para separarlas del momento competitivo, por lo cual seguirá buscando mejorar y superar su tema personal, afortunadamente ha contado siempre con el apoyo de su familia que le enseñó que tiene las mismas habilidades que las otras personas, por lo que busca superar sus limitaciones para salir a enfrentarse con un mundo duro.
David Montiel espera que su experiencia lleve a padres de niños de talla baja a crear un gusto por alguna disciplina deportiva, pues no existen en el estado las políticas de inclusión para que ellos practiquen algún deporte.