ORIZABA, Ver.- Las escuelas en la zona Centro del estado no regresaron a clases presenciales porque no existen las condiciones para hacerlo, porque el gobierno del estado no dio los apoyos; “quieren que la sociedad de padres de familia y docentes carguen con todo cuando existe un presupuesto millonario”, aseveró Omar Hernández Dolores, coordinador de Democratización Sindical de Maestros de las Altas Montañas.
Agregó en entrevista, que a las escuelas grandes se les dio un litro de desinfectante y una jerga, siendo ese "el gran material" que recibieron para limpiar sus instalaciones. “Se publicaron memes del gobernador que presenta de manera pomposa el kit de limpieza que es un insulto, porque ese lo proporciona un solo padre de familia de la condición más humilde”, aseveró.
Consideró esto como una burla para el magisterio veracruzano, cuando apenas el gobernador y el secretario de Educación enviaron a golpear a varios docentes en Xalapa quienes protestaban por un problema sindical, pero también se inconformaban por un regreso a clases sin condiciones seguras.
"Aparte del semáforo epidemiológico están las campañas políticas. Todo mundo anda en la calle. La propuesta es regresar a clases cuando termine la efervescencia política, mientras se sigue de forma virtual", agregó.
Y es que señaló que con las campañas hay más gente en las calles y aunque el sistema inmunológico de los niños sea fuerte puede ser portador de la enfermedad, lo mismo que los profesores y ambos pueden contagiar a quienes siguen resguardados en su casa, personas de la tercera edad y niños pequeños, "considero una irresponsabilidad regresar a las aulas", insistió.
Señaló que él propone regresar dos o tres días después de que terminen las campañas, para que la circulación y libre tránsito no esté aglomerado, pero será decisión de los padres de familia si llevan a sus hijos a la escuela o no.
Reconoció que el planteamiento de que el regreso no sea obligatorio es bueno, pues no se puede obligar a los maestros, alumnos y padres a regresar porque se puede terminar el curso actual de forma virtual y retornar al curso presencial hasta agosto, cuando comience el nuevo ciclo escolar.
Mencionó que antes de volver a lo presencial tendrían también que subsanar las carencias pedagógicas de contenido que se ha detectado en los grupos de todos los niveles educativos.
"Los maestros que recibamos a un nuevo grupo debemos adaptarnos a la empatía al recibir a alumnos con rezago educativo, que no es culpa ni de los maestros, ni de los padres de familia, sino ser conscientes del tiempo que se vive", resaltó.
Exhortó al magisterio a que el regreso a clases se haga de forma responsable. "Quien quiera regresar que lo haga, pero es necesario conocer la opinión de los alumnos y padres de familia que prefieren espera el nuevo ciclo", enfatizó.
Cabe mencionar que al cuestionar a padres de familia de escuelas públicas y privadas coincidieron en que mientras no estén dadas las condiciones para que sus hijos regresen a clases no deben volver.
La señora Norma Martínez, cuya hija cursa el primer grado en la Secundaria Federal Margarita Maza, dijo que es necesario tomar en cuenta aspectos como la desinfección de las escuelas.
A ellos, les pidieron firmar un documento en el que conste que se comprometen a ir diariamente a desinfectar la escuela. Además, “para quienes tenemos hijos en primero, que vuelvan a clase sería difícil económicamente, porque tendríamos que comprar el uniforme que solo usarían unos días, porque el de segundo año es diferente; sería un gasto innecesario y difícil de cubrir por cómo está la situación a causa de la pandemia”, señaló.
En otras, como la Pedro de Gante, de Río Blanco, los padres y las autoridades del plantel determinaron volver a clases el 1 de junio, pero “la escuela es pequeña y son pocos alumnos, por lo que habría más control. Ellos volverán a regularizarse en las materias que se les dificulten y no irían toda la mañana como antes, solo un par de horas”, dijo la señora Adelaida Rojas.
Finalmente, se conoció que profesores de escuelas públicas de la Zona 13 acudieron a la Supervisión Escolar para firmar una carta en la que se marca que no retornarán a clases, hasta que comience el nuevo ciclo escolar.