Orizaba, Ver.- Con ofrendas y altares en los que resalta no solo la presencia de los elementos característicos de este tiempo, sino el color de la flor de cempasúchitl, así como la creatividad e imaginación de estudiantes y docentes se lleva a cabo la Noche de Muertos en el Palacio de Orizaba.
Los pasillos del edificio, sede de los poderes municipales, recibe a los visitantes que llegan a admirar la exposición de 20 ofrendas que estudiantes de igual número de instituciones educativas de la ciudad, de secundaria, bachillerato y universidad.
La imaginación y creatividad de quienes las instalaron es muy amplia, pues lo mismo se observa una ofrenda que está puesta sobre la falda del vestido de la catrina, que un altar en el que predomina la figura de la calavera, pues para hacerla se utilizaron entre 50 y 60 cráneos.
En otras recuerdan a médicos y enfermeras, personal docente de la institución o a personajes del cine mexicano como María Félix; otra está dedicada a Francisco Gabilondo Soler, Cri-crí, que es resguardada por una catrina viviente.
Otra está dedicada a Roberto Gómez Bolaños ‘Chespirito’, a quienes recuerdan con sus personajes: El Chapulín Colorado, el Chavo del 8, el Doctor Chapatín y el Chompiras.
El Centro de Capacitación Laboral del DIF también participa en la exposición con una nuestra de un taller de barro, en la que muestran las piezas que hacen con este material y van desde calaveras de diferentes tamaños hasta candelabros y diferentes figuras que adornan el altar.
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La lucha libre es una disciplina que tampoco pudo faltar y un ring es la base de la ofrenda en la que las calaveras fueron cubiertas con máscaras de luchadores, incluso la figura de la muerte, que resguarda el altar, porta una máscara.
Otra más, resalta porque toda la flor de cempasúchitl que adorna la ofrenda es hecha en papel y la elaboraron estudiantes del Instituto Atenas.
A pesar de la lluvia, el Festival y Noche de Muertos que se realiza en el Palacio de Orizaba transcurre con la alegría, colores y olores característicos de esta fecha.
Así se recuerda en Orizaba Pueblo Mágico a los seres queridos que partieron de este mundo, con música, color y mucha alegría. Espacios como el Palacio de Hierro luce también una ofrenda dedicada a los seres queridos que ya dejaron este mundo.