Nogales, Ver.- Hace más de 500 años en el Puerto de Veracruz se inició la construcción de la vía férrea qué dio pie al Puente de Metlac pasando por Ahuilizapan hoy Orizaba, hasta llegar al cauce del manantial de la Laguna de Nogales, ahí, ocurre un hecho extraño que, de acuerdo a la leyenda, se pudo preservar este espacio natural.
Luis Felipe Guarneros Espinoza, narrador de la Casa del Náhual en Nogales, narra que hace muchos años, este manantial era cuidado por un hombre mayor, quien advertía a quien se acercaba a cuidar de este espacio, sin embargo, la llegada de trabajadores ferroviarios quienes presenciaron al ser mítico ser que cuida la Laguna puso en la historia la leyenda de este sitio.
Con la introducción de las vías del tren mismas que habían pasado por municipios como Ahuilizapan ahora Orizaba, Río Blanco y al llegar a Nogales, aquel hombre de edad avanzada, vio a los trabajadores acercarse al lugar y con voz fuerte y resonante señaló que se fueran del lugar, que no lo destruyeran y que le hicieran daño para arruinarlo, pero estos no se fueron.
¿Cuál es la leyenda de la Laguna de Nogales?
Los trabajos ahí habían empezado y aquel adulto mayor empezó una batalla con los ferroviarios, les aventó piedras, palos con tal de que se fueran, “los empleados no darían marcha a tras por una razón, tenían que llevar dinero a sus familias y hogares donde los esperaban”.
Luego de tres días, tras la orden máxima, los trabajadores recibieron luz verde para iniciar con la obra de construcción de las vías del tren, pero en una tarde, de entre el monte y los bejucos salió un animal, “se dice que los trabajadores lo describieron de tres metros de alto, con el cuerpo de un buey, la cara de un burro, las patas de caballo, cola de perro, brazos humanos y garras, generando temor, pero no fue hasta que este náhual habló”.
Con una voz gruesa y con la advertencia de haberlo hecho antes, este ser mítico les dijo a los empleados que se marcharan del lugar, acción seguida, huyen dejando la construcción.
Todo se calmó y la Laguna seguía conservándose intacta de la mano del hombre, pero siete años después de esa aparición, los trabajadores regresas sabiendo que había algo o alguien que les impedirá la labor, por lo que se optó por rodear la Laguna y ahora pasan por Río Blanco, Camerino Z. Mendoza.
Desde aquel tiempo, los nogalenses empezaron a llamar a este náhual el protector de la Laguna de Nogales, que lejos de causar miedo entre ellos, fue un signo de agradecimiento dejándolo en el sitio.
Guarneros Espinoza dijo que la leyenda cuenta que al morir el náhual, el manantial se va a secar, sin embargo, este sigue con vida y agua, pues hay versiones que afirman haber visto al Náhual bajar por el Cerro de Oztotipac, espacio donde tuvo su primera aparición.
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En forma de perro negro grande con ojos rojos o de un caballo a galope por toda la Calzada pasando por debajo del puente de la autopista, seguirá siendo cuidado este espacio natural que hoy en día, es un espacio eco turístico que llama a los turistas de diversas partes de la República Mexicana y el extranjero.