Orizaba, Ver.- Depresión, ansiedad o insomnio son las consecuencias más comunes que están resultando del confinamiento, la que podríamos llamar como la nueva pandemia, son las secuelas que quedan a nivel psicosocial, los trastornos y afectaciones que está dejando el virus, siendo de vital importancia atender la salud mental para iniciar una nueva vida post pandemia.
El psicólogo Rodrigo Castillo Pérez especialista en la salud mental, explica que aquellos síntomas que en algún momento podrían denominarse normales o del común de la ciudadanía como son ansiedad, estrés, incertidumbre o cierto miedo, al llegar la pandemia se han incrementado, generando en algunos casos trastornos específicos.
“Hablamos que podrían darse desde trastornos de ansiedad, trastornos depresivos, trastornos de estrés postraumático los que se generan en gran parte por la avalancha de información que consumen en el confinamiento, caen en un cuadro severo de ansiedad o una crisis de angustia que si no se cuida podría ser peligroso”.
Son ya 8 meses en los que la incertidumbre en torno a la información a provocado que personas que no tienen la misma capacidad de juicio o lógica reaccionen de manera desajustada o desadaptada cayendo en situaciones de autoagresión o agresión a terceros, comenta no es un gran porcentaje pero si existen casos pues nadie esta exento de esto.
Son diversos los casos pero en personas que tenían un antecedente previo de alguna comorbilidad psiquiátrica como ansiedad, depresión intento suicida, algún padecimiento afectivo bipolar o antecedente previo de atentar contra su vida con esta situación tienden a ser más susceptibles al recibir el impacto de toda informativo siendo muchos datos que no pueden filtrar.
Indica el especialista que tanto el estrés como el miedo son respuestas naturales, sin embargo sin un manejo previo y sostenido durante un tiempo llegan a ser factores de trastornos de ansiedad, crisis de angustia, depresión leve, moderada o severa.
También puede ser que presenten insomnio prolongado siendo este un factor de riesgo para llegar a un cuadro psicótico o intento suicida, pues el sueño es el único procedimiento que el cerebro tiene para retroalimentar su energía y funcionalidad básica, explica Castillo Pérez.
“Yo de manera ambigua podría llamarle la otra pandemia a todos los efectos nocivos a nivel psicosocial que a dejado el virus como tal, pues se han dado cierta primicia a tender las cifras que se actualiza diariamente, siendo un detonante de toda esta avalancha de información que termina afectando la salud mental”, expresa el psicólogo.
Comenta que existen personas que solo por querer destacar o sobresalir, buscando llamar la atención publican cosas sin siquiera tener el sustento o la veracidad de esa información o algunas otras con base a memes que son sustratos de información muy corta con un impacto que provoca una reacción.
“El uso indebido de las redes sociales o los medios de información caen en lo que se podría denominar como la “infoxicación” una sobre carga de información que hacen que las personas ya no sepan que es real o no”.
La única manera de poder enfrentar la nueva normalidad se centra en estar pendientes a las recomendaciones que dan los médicos y aprender a filtrar la información, lo que es útil y lo que no lo es.
Para regresar a las calles se debe primero evaluar si el temor que presentan pueda estar infundado a un sistema inmunológico deprimido o alguna enfermedad previa o evitar contagiar a algún familiar que sea de sector vulnerable, ahí se debe ofrecer información adecuada.
Otra recomendación es tener una alimentación balanceada, hábitos de vida saludables, cuidados de higiene y servicios básicos de calidad, teniendo esas medidas de auto cuidado ayudarán para poder regresar sin problema.
Sugerencias para mantener una buena salud mental
Mantenerse activo, no perder la esperanza, cuidar el sueño, reconocer emociones personales, ser asertivo, no sobreinformarse y comprender la importancia de trabajar en la resiliencia individual y comunitaria son algunas de las sugerencias de especialistas para mantener una buena salud mental, sin importar la edad que se tenga.
En la contingencia sanitaria por Covid-19, el psiquiatra Julio González considera fundamental entender que se ha dado por etapas y estamos en una en la cual ya conocemos cuáles son las medidas de prevención del nuevo coronavirus, quiénes son más vulnerables y qué debemos hacer en caso de presentar síntomas. Ante este panorama, ve inevitables avanzar, de forma gradual y responsable, a la “nueva normalidad”.
“Hay que retomar fuerza, estar bien informados y no perder la esperanza ni en la ciencia ni en la sociedad. Además, si hablamos de salud mental individual y comunitaria es obligatorio hablar de resiliencia, de las herramientas personales con las cuales cada quien cuenta para restablecerse de situaciones difíciles para volver a funcionar y adaptarse — a veces hasta de mejor manera a como se funcionaba antes — a un nuevo entorno, a una nueva forma de vida”, declaró.
El especialista mencionó que en la medida que cada persona actúe de acuerdo con los protocolos sanitarios contribuye a la resiliencia comunitaria para, en conjunto, sobrellevar la adversidad.
En este sentido, dijo que cuando hay empatía y solidaridad con los demás también se trabaja en la salud mental porque está presente la sensación de abonar a un bien común, al sentido de pertenencia, de sentirse útil y con objetivos compartidos.
“Es tiempo de asumir que la enfermedad ha traído cambios a los cuales nos tenemos que adaptar y para eso tendremos que ajustar muchas de nuestras conductas”.
Además de lo ya expuesto, Miguel Marenco, psicólogo clínico del Instituto Veracruzano de Salud Mental “Dr. Rafael Velasco”, recomienda hábitos saludables de alimentación, hidratación y del ciclo sueño-vigilia, así como evitar consumo de sustancias, tener metas, mantenerse ocupado en actividades que proporcionen algún beneficio personal y colectivo, hablar y gestionar los sentimientos.
A quienes han perdido su trabajo, les sugiere levantarse, cambiarse y salir a buscar empleo con fe, así como tener claro que no siempre las cosas salen como una las planea.
“Cada quien vive la pandemia dependiendo de sus circunstancias, pero si hay alguien que ya empieza a tener problemas serios de ansiedad y estrés debe pedir ayuda”, expresó.
BUSCAR ACTIVIDADES
Otro exhorto para los adultos es al autocuidado, a buscar tiempo para la relajación, la recreación, la activación física y el autoanálisis. También, mantener la emoción por vivir, hablar por los medios que se tenga e identificar lo que más genera angustia e indefensión.
En el caso de quienes cuidan a sus hijos o a adultos mayores, precisó que cuidarse en casa sigue siendo la mejor manera, con rutinas bien establecidas.
Por otra parte leer, escuchar música, bailar, respirar aire puro, jugar y atender las indicaciones de los adultos son las principales recomendaciones para niños y adolescentes. Para los padres o tutores, la especialista Josefina Cavazos pide hacer un esfuerzo extra para practicar la paciencia, la escucha empática, la tolerancia y la frustración, teniendo en cuenta que en este tiempo hay muchas cosas que están fuera de control.
Entre otras ideas que brinda está permitir preguntas y responder de acuerdo con la edad de los chicos, ser un buen ejemplo de cómo se debe uno proteger y proteger a los demás. Asimismo, validar los sentimientos y emociones de los hijos para transmitirles seguridad.
En cuanto a las clases, apuntó que sí es importante el aprendizaje, pero también poner metas claras y metas alcanzables para que los niños y adolescentes puedan sentir que tienen logros y que están haciendo las cosas bien.
“Lo que necesitan los niños y adolescentes es saber que estamos para ellos, que son aceptados y queridos y que estamos con ellos promoviendo esta seguridad y crecimiento familiar”. La salud mental de los niños depende de los adultos, recalcó.
ADULTOS MAYORES
Evalinda Barrón, quien es psiquiatra y geriatra, señala que somos seres humanos sociables. Nos necesitamos unos a otros. En ese entendido, subraya que la fragilidad existe desde que somos bebés hasta que somos adultos mayores. Ante esto, llamó a la empatía con los mayores de 60 años.
Explicó que sus necesidades y cuidados no son muy diferentes a los de la población general, pero sí se deben redoblar las medidas de protección sanitaria, entender que hay nuevas formas de socializar, si no se sabe, aprender y aprender a disfrutarlas, evitar las siestas durante el día, consumir alimentos regulares, realizar actividades que sean estimulantes tanto física como cognitivamente. Además, intentar algo distinto, en los ejercicios, en la cocina, en las lecturas, en el baile: ver fotografías antiguas que remitan a recuerdos gratos, ver películas cómicas, armar rompecabezas o sopas de letras son otras de las opciones.
Finalmente hizo hincapié en que el distanciamiento social no implica aislamiento emocional y que el control de la respiración es uno de los medios más eficaces de intervención a nivel mental y corporal.
Con información de Maribel Sánchez | Diario de Xalapa