Maltrata, Ver.- El padre Marcos Palacios Cárdenas, párroco de la Iglesia de San Isidro Labrador y coordinador de la Pastoral Social en la Diócesis de Orizaba ofició una eucaristía por el eterno descanso de las 23 personas que fallecieron en el accidente entre un tráiler y un autobús de turismo que llevaba a peregrinos de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas de vuelta a su lugar de origen el 29 de mayo pasado.
En entrevista mencionó que se colocó una cruz en el lugar “como signo de nuestra redención y que los que están ahí fallecidos, por los méritos de Cristo en la cruz, Dios les conceda la vida eterna”, señaló.
Recordó que la vida es frágil, “independientemente de que estés en una peregrinación, de que seas católico o no, nuestra vida es frágil y en cualquier momento puede terminar, como desafortunadamente le ha tocado a estos hermanos nuestros, ya sean peregrinos de una religión o de otra. Es muy triste esto que pasa, pero en medio de estas tristezas estamos presentes para manifestar nuestra solidaridad”, remarcó.
En la Eucaristía estaba el padre Antonio Tlazalo, párroco de Maltrata, quien se mantuvo pendiente de lo sucedido; así como el diácono Moisés, quien estuvo muy pendiente de apoyar en las necesidades de las personas que resultaron heridas, también familiares de los peregrinos que fallecieron en dicho accidente y el alcalde de ese municipio, Gustavo Rosas Huerta.