Veracruz, Ver.- Pensativo y con la mirada perdida, Edgar Ulises Fernández Castro trata de explicar el sentimiento que recorre su alma al recordar a sus padres, algunas veces maldice la situación y otras solo llora, pues ambos fueron víctimas mortales del Covid-19 al igual que sus tíos y dos primos; no ha sido fácil pero ha tratado de seguir adelante.
Este año sus padres cumplen cuatro años de difuntos, su mamá Aide Castro Amaya falleció el 15 de junio del 2020 y su papá Joaquín Fernández Torres lo hizo días después, el 3 de julio de ese mismo año.
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¿Cómo se contagiaron sus padres de Covid-19?
Relata que en su casa, los tres se cayeron enfermos por el virus, no hubo necesidad de hacerse análisis, pues presentaban todos los síntomas. Primero cayó enferma su mamá quien tuvo un cuadro grave porque ya presentaba otras enfermedades como hipertensión, precirrosis, inflamación del bazo y otros padecimientos.
“En mi casa empezó mi mamá, realmente no sé cómo nos contagiamos quizá yo traje la enfermedad porque trabajaba en un autolavado, no lo sé, pero ella de por sí ya tenía algunas enfermedades y eso le complicó todo, mi mamá falleció el 15 de junio del 2020 en casa, al final le dio un paro”, dijo.
Recuerda que su papá ni siquiera pudo estar en el velorio, pues al día siguiente que su madre falleció, se internó en el Hospital de Alta Especialidad de Veracruz (HAEV) donde tuvo que ser intubado y permaneció 18 días sin ninguna mejora, hasta que falleció apenas unos días después, el 3 de julio.
Ya no pudo despedirse de su papá, pues una vez que se internó quedó aislado mientras él se iba recuperando de la enfermedad, su caso no fue tan grave y como dice él “gracias a Dios salí bien”.
Sin embargo, la enfermedad se ensañó con la familia de su padre, los Fernández Torres, pues tres tíos más también fallecieron por el virus, así como otros primos parientes de su mamá.
“En sí la pandemia se llevó además de mis papás a mis tíos Marcos y Julio César ambos eran abogados y mi tía Rosa, ellos eran hermanos de mi papá y otros dos primos por el lado de mi mamá, ellos fallecieron por el Covid, otros dos tíos murieron durante la pandemia, pero fueron por otras causas”, dice.
Con la pérdida de sus padres, la vida no ha sido fácil, aún tiene el sentimiento a flor de piel, pues recuerda ese momento y es imposible no llorar, no pensarlos y algunas veces incluso arrepentirse de cosas, pues el tiempo fue muy corto para decir tanto.
“La vida es muy difícil y más sin tus padres, en mi caso sin ambos, no salía de la pena de perder a mi mamá cuando vino lo de mi papá, es duro, no podría encontrar las palabras porque es difícil, me acuerdo y lloro, el sentimiento me sale, no puedo evitarlo”, expresa.
Reconoce que en algún momento llegó a maldecir la vida, la situación que estaba pasando, pero al final trató de aceptar que era una voluntad que salía de sus manos y que no le quedaba más que continuar.
“También llegué a maldecir, a odiar, a tener ese sentimiento de impotencia pero no ganas nada viviendo amargado, la muerte es algo seguro en la vida, claro que aquí fueron mis dos papás pero ni modo, tengo que continuar, echarle ganas a la vida, lo que me quede”, manifiesta.
Aunque se quedó huérfano Edgar es independiente, actualmente trabaja como comerciante vendiendo productos preparados y frutas del campo.
“Estoy dedicado a mi negocio, mi papá en algún tiempo fue reportero, corresponsal regional y también era comerciante, me quedé con el negocio, ahí la voy pasando, yo me cocino, algunas veces mis tías me mandan comida o me invitan a comer a sus casas. La ropa la mandó a lavar y tengo un hijo de 17 años del que me hago cargo con lo que puedo”, señala.
Ahora sin sus padres, Edgar recuerda los momentos vividos con ellos, el amor que le dieron y que desde donde estén aún siguen velando porque esté bien.
“No queda de otra, hay que seguir, yo sí les digo a todos que cuiden a sus papás, que aunque sean como sean el día que no los tiene uno, queda el arrepentimiento de cosas que pasaron, pero que ya no puedes cambiar, es la voluntad de Dios, quiero pensar que donde estén están bien y que siguen viendo por mi”, puntualiza.
Publicado en Diario de Xalapa