Panteón de Orizaba, donde se perciben sombras y susurros

Don Jorge Fernando Payán Sánchez es sepulturero del camposanto desde hace 10 años, dio a conocer que a raíz de que comenzó a haber más muertes violentas de jóvenes se incrementó la frecuencia de ruidos extraños

Mayra Figueiras Hernández | El Sol de Orizaba

  · miércoles 23 de octubre de 2019

Foto: Miguel Castillo

Orizaba, Ver.- Historias sobre personajes, como la Niña del Ángel, cuyos restos descansan en el Cementerio Municipal Juan de la Luz Enríquez se conocen, pero no son las únicas. Entre los panteoneros, que día a día prestan sus servicios para dar mantenimiento a los sepulcros y efectuar inhumaciones, las historias y experiencias de ultratumba son diferentes.

Don Jorge Fernando Payán Sánchez es sepulturero del camposanto desde hace 10 años y recuerda que su abuelo lo llevaba desde que era pequeño para que lo ayudara en su trabajo, por lo que desde entonces comenzó a ver y escuchar cosas poco comunes.

Pese a lo corto de su edad, pues contaba con apenas 7 años, vio cosas a las que con el paso del tiempo dejó de hacer caso. “Estaban los cráneos y los fémures tirados. La nueva administración comenzó a cuidar esos detalles para que no hubiera huesos afuera, porque mucha gente venía por ellos para hacer cosas malas”, apunta.

Foto: Miguel Castillo

ESPÍRITUS CHOCARREROS LES HACEN TRAVESURAS

Menciona que a muchos de sus compañeros y a él les han pasado cosas raras. “Estamos trabajando y las cosas cambian de lugar o nos quitan las cosas, son los que conocemos como espíritus chocarreros; nos quitan los martillos, el cincel, la pala. Cuando voy a ver ya no está dónde la dejé y la encuentro más allá, y digo, no estoy loco; si la dejé aquí quién me la quitó, pero ningún compañero anda cerca”, apunta.

Foto: Miguel Castillo

ESCUCHAN QUE SE ACERCA ALGUIEN, PERO NADIE PASA

En otra ocasión, recuerda, estaba rasurando un prado. “Estaba hincado, exactamente era un 29 de octubre, para entrar a Todos Santos; estoy hincado podando y oigo que se acercan unos pasos, cuando van caminando se oye como arrastran los pies y se va moviendo la hierba; yo nada más le pregunté a la persona que se acercaba ¿qué pasó, qué onda? y sigo podando; volteo y buscó al que venía y no veo a nadie. Ya no hacemos mucho caso ya estamos acostumbrados”, refiere.

Foto: Miguel Castillo

SE VOLVIÓ MÁS FRECUENTE ESTE TIPO DE FENÓMENOS EXTRAÑOS

Menciona que a raíz de que comenzó a haber más muertes violentas de jóvenes se incrementó la frecuencia de ruidos extraños, así como también las sombras. “Ahorita que ha habido muchos jóvenes que han muerto violentamente se ven cosas raras, luego salen como sombras o algo que se mueve, pero no corre ni aire ni nada”, señala.

Foto: Miguel Castillo

ESCUCHA SUSURROS EN UNA CAPILLA

Foto: Miguel Castillo


Relata también que en una capilla que se ubica en la zona 5, cerca del área donde se sepulta a los niños, hay una capilla de no más de dos años de que se construyó y que no tiene nada de raro; sin embargo, notó ya en varias ocasiones, que ahí se escuchan susurros. “Pensamos que es el aire, pero eso sería casi todos los días, pero nada más es por lapsos, por ratos”.

PERCIBEN SOMBRAS Y RUIDOS A CUALQUIER HORA DEL DÍA

Foto: Miguel Castillo


Los ruidos y sombras que perciben no solo una persona sino estando varios trabajadores reunidos en un lugar, se presentan a cualquier hora del día y en cualquier época del año, aunque insiste, se está presentando más ahora que estamos enterrando jóvenes que murieron de manera violenta.

Foto: Miguel Castillo


Se ven sombras, luego estamos parados, no nada más yo, sino varios de mis compañeros y vemos que pasa una sombra y esperamos que salga, pero ya no sale y eso es durante el día”, indica.

Foto: Miguel Castillo

En el Cementerio Municipal los sepultureros que llegan a inhumar hasta seis o siete cuerpos en un solo día trabajan hasta las 5 o 5:30 de la tarde pues el panteón cierra sus puertas a esa hora. “A las 6 de la tarde con el cambio de horario ya está oscuro, pero no hay que tener miedo porque los muertos ya no hacen nada”, concluye.