ORIZABA, Ver.- Ser paramédico requiere de valentía y mucha fortaleza, pero serlo en tiempo de pandemia es todavía más difícil, porque da miedo y coraje al ver que hay muy poca responsabilidad en las personas, para cuidarse ante un enemigo invisible como lo es el virus SARS-CoV-2, dice Rayo Rosas Sánchez.
La joven de 33 años que se preparó para desempeñarse como tal en la Cruz Roja de Orizaba, “siempre va a ser mi casa, en el 2008 inicié el curso de Técnico en Urgencias Médicas y en Protección Civil inicié en el 2015”.
Dice que en muchas ocasiones la práctica de su profesión le genera sentimientos encontrados porque tiene que luchar por mantener con vida a las personas y sacarlas delante de la emergencia por la que atraviesan, pero respira, toma fuerza y se concentra en lo que debe hacer.
SER PARAMÉDICO EN PANDEMIA, REPRESENTA UN RETO Y AFRONTAR MÁS RIESGOS
Como el resto de la población nunca imaginó tener que desempeñar su profesión durante una pandemia, con todos los retos y riesgo que hacerlo implica. Reconoce que no es fácil, sobre todo porque por más que se esfuerzan hay personas que no hacen caso a las recomendaciones para conservar su salud aplicando medidas de prevención muy sencillas, que también es parte de la protección civil.
“Se escucha feo, pero da coraje porque la gente no es para nada responsable, la mayoría nos tira a locos a pesar de nuestro esfuerzo. Es muy difícil que entiendan lo de la sana distancia, el uso del cubrebocas, evitar aglomeraciones, pero si insistimos en eso es porque sabemos lo que viene para las personas una vez que les llega el contagio, lo difícil que es salir de la enfermedad y lo que se les puede complicar”, menciona. Incluso, en ocasiones han sido agredidos "porque las personas deciden no hacernos caso”
Agrega que sí hay personas responsables que, porque no conocen y tienen miedo de enfermar, por lo que deciden cuidarse; pero si quien está a su lado no tiene la misma responsabilidad, ni la cultura de prevención, llegan a contagiarse.
Indica que si bien en su círculo más cercano no ha vivido la enfermedad o fallecimiento a causa del Covid-19, sí lo ha visto en compañeros médicos, enfermeros que han fallecido por la irresponsabilidad de muchas otras personas.
EXTREMA CUIDADOS EN SU PERSONA PARA NO CONTAGIAR A SU FAMILIA
Reconoce que el panorama que afronta diariamente le ha hecho pensar en más de una vez, en ya no ser paramédico, pues piensa en su mamá y en su hermana; “por más que me cuide mi miedo es contagiarlas, son diabéticas y mi mamá, además, hipertensa; es población vulnerable, me da miedo por ellas; pero trato de cuidarme lo más que puedo. Gracias a Dios la coordinación nos ha apoyado con todo el equipo necesario para poder hacer traslados y atender a las personas”.
Así como afronta riesgos en su trabajo como paramédico, también tiene satisfacciones, aunque generalmente las personas que son auxiliadas por ellos ni siquiera les dan las gracias.
Me ha tocado que pacientes ya recuperados o familiares de pacientes me buscan para agradecerme porque su familiar se recuperó o llegó rápido al hospital y la libró. Esa respuesta es la que más se agradece
Rayo es una de las tres mujeres que se desempeñan en la Coordinación de Protección Civil de Orizaba y se siente orgullosa de ello. Recuerda que primero le dieron la oportunidad como voluntaria y tiempo después se incorporó al cuerpo de paramédicos.
“La mayoría es hombre, pero yo nunca he tenido problemas por ello, ni me han visto menos, ni dicho que no me crean capaz; por lo contrario, algunos reconocen que tengo un poco de más valentía”, concluye.