Amatlán, Ver.- Las Patronas ha dejado de recibir donativos alimenticios debido a la pandemia del Covid-19 que continúa en la región, ante esta situación han empezado generar recursos propios con la venta de productos como café y libretas, informó Norma Romero Vázquez, coordinadora del grupo altruista.
Pese a que el flujo migratorio en el albergue es menor debido a la contingtencia sanitaria, ellas siguen brindando su ayuda al otorgar alimentos y estadía a los indocumentados que llegan al sitio para tener unos días de recuperación y seguir su camino con destino a Estados Unidos.
“Vemos que el flujo sigue latente y vamos a ver como hacerle para continuar con los que llegan, la verdad hemos atendido, esta semana atendimos a 10 que llegaron caminando” dijo.
Este grupo de mujeres voluntarias, busca seguir con su labor realizada desde hace más de 20 años, pero ahora por la pandemia de Coronavirus, el apoyo alimentario que era donado por la ciudadanía en general ha bajado considerablemente.
Señaló que se les acabó el aceite, arroz y frijol, por ello ahora piden a la sociedad no se olviden de ellas, pues los migrantes que llegan al albergue buscan tener más fuerzas para seguir con el "sueño americano".
Romero Vázquez mencionó que están buscando alternativas para poder tener un recurso económico y han empezado a vender productos como café , libretas, salsa macha, suvenires entre otros, con ese dinero recaudado han comprado lo que les ha hecho falta pero se requiere de más.
Invitó a las personas que gusten apoyarlas en la compra de algún producto pueden comunicarse con ellas a través de sus redes sociales o a los teléfonos 271-71-0-48-75 o al 271-139-91-17.
“No se olviden de nosotros, si no pueden asistir nosotros podemos ir por el producto, sabemos que la situaciones está complicada para todos, la canasta ha subido mucho y esperemos que acabe esto“.
Cuestionada sobre si han presentado los migrantes síntomas de Coronavirus, la coordinadora del grupo Las Patronas dijo que hasta ahora no y como medida de prevención la atención alimenticia que se da a los que llegan se hace fuera del albergue y se les permite dormir en la capilla, un máximo de 10 personas.
“En la comunidad si pego fuerte el virus y hasta ya están haciendo uso del cubrebocas, nosotras hacemos uso del gel antibacterial, nos lavamos las manos y a quienes les damos el alimento también les insistimos en que lo hagan”.