Orizaba, Ver.- Siguen vigentes casos de niños y niñas que son presuntamente obligados a pedir dinero en cruceros o con la venta de artículos como dulces o galletas, informa Hugo Chahín Kuri, presidente del sistema municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Orizaba.

La mayoría de los infantes son de otros municipios

Explica que el 90 por ciento de estos niños y niñas son originarios de municipios cercanos que son traídos a la ciudad con el propósito de ponerlos a pedir dinero, “no hemos bajado la guardia, pero tienen que ser en colaboración con otras autoridades porque nosotros solos no podemos”.

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Es con el apoyo de la coordinación de comercio del ayuntamiento de la ciudad que se han detectado a infantes que recorren la ciudad por horas, los cuales tienen un líder, no obstante, el poder detectarlos es complicado, pues en la semana pueden ser llevados a otra zona de Orizaba o bien a municipios aledaños.

“Sí, se han dado cuenta, se han movido este tipo de personas, no nada más en los diferentes cruceros de la ciudad también cambian a las personas", detalla.

Afirma que han tenido reuniones con personal de la Procuraduría de la Defensa de Niños, Niñas y Adolescentes de municipios cercanos a la ciudad e incluso de la zona serrana o pegados al Pico de Orizaba, esto para evitar se sigan presentando este tipo de casos donde los infantes son expuestos.

Cabe hacer mención que en la ciudad de Orizaba desde la semana pasada a la actual se han sentido altas temperaturas, exponiendo a los niños y niñas a este tipo de climas altos, donde además cargan bolsas, mochilas, macetas o cubetas con productos variados.

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¿Por qué aun no se han detectado a los lideres?

Cuestionado sobre el principal factor por el cual no han detectado a los presuntos líderes, comenta que es porque los infantes son traídos a la ciudad, pero no permanecen en la misma, puesto que pueden ser movidos a otro lado durante la tarde y noche para luego volver a sus lugares de origen y al día siguiente hacer la misma actividad.

Chahín Kuri, comenta que el 90 por ciento de los niños y niñas que han sido detectados vienen de lejos, “tratamos de no inhibir, pero si trabajar, es un flagelo que no ha disminuido y cuesta trabajo”.

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En cifras, señala, no tienen una estadística, pues son varios y volátiles, pero desafortunadamente estos pueden apreciarse en la zona centro de la ciudad como el Parque Castillo, Alameda Central, Plaza Río, a tras del Palacio Municipal e incluso a los alrededores de los diversos mercados de la ciudad.