Desaparición de glaciar provoca rocas fragmentadas en el Pico de Orizaba

En el Pico de Orizaba, a 4 mil 300-4 mil 500 metros sobre el nivel del mar (msnm) se observa roca fragmentada

Maribel Sánchez / Diario de Xalapa

  · domingo 14 de abril de 2024

El extinto frente glaciar, que llegó a alcanzar una altura de 4 mil 700 metros, es ahora una zona sin hielo/ Foto: Ilustrativa Pedro Valtierra / Cuartoscuro.com

Estudios realizados en el Centro de Ciencias de la Tierra de la Universidad Veracruzana (CCT-UV) indican que en el área conocida como la “lengua del Glaciar Jamapa”, que existió en el Pico de Orizaba hasta 1970, ya ocurren derrumbes todos los días.

El extinto frente glaciar, que llegó a alcanzar una altura de 4 mil 700 metros, es ahora una zona sin hielo, asegura el equipo de trabajo de la UV, el cual atestigua que la ruta tomada por los montañistas para ascender a la cima se ve afectada por estos desprendimientos; los fragmentos se depositan en la conocida como “barranca del Jamapa”.

Con la inminente desaparición del Glaciar, señalan que las consecuencias no solo son las afectaciones en el abastecimiento del agua para miles de pobladores.

 

 

Por distintos factores, entre ellos la denominada científicamente “gelifracción”, en el Pico de Orizaba, a 4 mil 300-4 mil 500 metros sobre el nivel del mar (msnm) se observa roca fragmentada, la cual se traduce en enormes bloques hasta del tamaño de un vehículo compacto que ruedan ladera abajo.

De acuerdo con el trabajo efectuado, está comprobado que a lo largo del año se presentan 250 ciclos de heladas, de los cuales 128 generan ruptura de la roca en la parte de los 5 mil 050 y 4 mil 650 msnm.

Entre otros datos, comparten que en el mediano y largo plazo también se estima que el Pico de Orizaba disminuya de altura y superficie; como parte del proceso natural, “se achaparrará, tal y como le está pasando al Cofre de Perote”, precisa Víctor Soto, geógrafo y académico de la UV.

¿Todavía se puede hacer algo para evitar que el glaciar desaparezca?

El experto en el tema puntualiza que “en términos glaciológicos, ante el retroceso de un glaciar es difícil hacer algo”. Solo se puede hablar de la reforestación pero no para evitar la desaparición sino para minimizar los impactos que va a tener.

El paisaje del Pico de Orizaba es un ejemplo de pradera de alta montaña | Foto ilustrativa: René Corrales | Diario de Xalpa

Adelanta que desde el CCT-UV ya iniciaron un proyecto sismológico, vulcanológico y ambiental con el cual vigilarán la recta final de existencia del que ha sido el principal glaciar del país.

¿Hay estrategias para monitorear los peligros relacionados con los derrumbes? Explica que la más precisa es la medición en el lugar. El proyecto que está en fase inicial permitirá monitorear la dinámica actual y futura de las laderas.

Una red de observaciones meteorológica, sismológica y vulcanológica será una combinación idónea para monitorear “in situ” y con datos veraces, no tanto modelados sino datos observados del comportamiento de la montaña como ente global, expone.

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“Las observaciones permitirán darle seguimiento como un ente global que impactará de mayor o menor medida, directa o indirectamente, a toda la población en el contexto de riesgo ambiental”, declara.

El Glaciar del Jamapa, añade, es el único glaciar en todo del mundo que está en una latitud de 19 grados; en términos glaciológicos tiene un alto valor de monitoreo y, subraya, este sitio se va a perder.

Reforestación

Al ahondar en la manera en la cual se pueden minimizar los impactos de la inminente desaparición del glaciar, indica que las tareas de reforestación ayudarán a tener una mayor captación hídrica y aislamiento de insolación que por arriba de los 4 mil metros de altura existe; en términos de microclima, apunta que la insolación trae consigo el incremento de temperatura de la zona.

La ruta tomada por los montañistas para ascender a la cima se ve afectada por estos desprendimientos | Foto: René Corrales / Diario de Xalapa

“Una menor insolación consecuencia de una mayor tasa forestal disminuirá la temperatura máxima alcanzada. Así, las temperaturas diurnas no serán tan altas y se captarán carbono y humedad”, dijo en tiempo extra del seminario “¿Qué sucede tras la retracción del hielo glaciar del Pico de Orizaba? Escenarios futuros de la dinámica de sus laderas”, coordinado por el CCT-UV.

Publicado en Diario de Xalapa