Pide obispo no dejarse engañar por ningún “César”

Esa frase significa promover la dignidad de la persona, impulsar los valores y principios, no que los hagan instrumentos

Mayra Figueiras | El Sol de Orizaba

  · lunes 19 de octubre de 2020

Monseñor Eduardo Cervantes Merino, obispo de Orizaba / Miguel Castillo | El Sol de Orizaba

ORIZABA, Ver.- Que ningún "César", ningún emperador o dictador que puede erigirse en el presente se sienta dueño de las personas, aseveró el obispo de Orizaba Eduardo Cervantes Merino, al recordar que la frase del Evangelio de San Mateo: "Den a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César", la utilizan los embaucadores políticos a su conveniencia para hacer creer que la fe nada tiene que ver con la política, pero no es así.

Explicó que el ser humano no puede ser sometido a ningún tipo de poder temporal, pues los pobres, la gente que no tiene qué comer, la que está en los hospitales, la más necesitada y afectada por las diferentes dolencias y pandemias, desde el sarampión hasta la tos, las tiñas y hasta quienes hoy tristemente sufren la consecuencia del Covid-19, son de Dios.

“Hay algunos a los que les encanta sentirse como dioses, hay unos que se sienten con todo el poder, todo el dominio y manejan a las personas a su antojo”, resaltó. Dar a Dios lo que es de Dios significa, abundó, no adueñarse de la persona, ni de su conciencia, ni de sus decisiones. “Que ningún “César” utilice a la persona con su hambre y sus necesidades”, aseveró.

Esa frase significa promover la dignidad de la persona, impulsar los valores y principios, no que los hagan instrumentos, sino que les den los medios para que desarrollen auténticamente sus capacidades;”no les des limosna, dales la posibilidad de desarrollarse integralmente”, acotó.

Subrayó que para los cristianos dar tributo a Dios significa respetar la autonomía de todos los órdenes temporales, es decir, cumplir con el pago de impuestos, con las obligaciones sociales, con todo lo que implica ser parte de una sociedad, así como respetar las leyes.

Pero también toca como cristianos, construir un mundo más justo, más fraterno y desde su capacidad, desde su trabajo y especialidad colaborar para hacer una sociedad más participativa en la que los valores y los principios para la educación, la economía, la salud y la política estén marcados por el Bien Común, no para el beneficio de un pequeño grupo o de los que son partidarios de un partido político o religioso.

Den a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César se trata de servir con un medio tan hermoso como dice el Papa Francisco, de construir un mundo mejor, no usando al pobre, no usando los grupos; sino que la política sirva para el Bien Común”, concluyó.