Orizaba, Ver.- La temporada de fiestas guadalupanas es para los Bomberos un periodo fuerte de trabajo por la cantidad de personas que se moviliza en las peregrinaciones, pero sobre todo por el uso que hacen de pirotecnia, por el riesgo que implica, pues puede ocurrir un accidente como los que se han registrado en años anteriores.
El comandante de la Central de Bomberos 119 de Orizaba, Manuel Jiménez Cadenas, mencionó que sería bueno que, así como en Orizaba está prohibido el uso de este tipo de artefactos, en otros municipios debería replicarse la misma medida.
En entrevista con El Sol de Orizaba dijo que, aunque es en diciembre cuando se observa con más frecuencia el paso de peregrinaciones dentro de la ciudad, desde noviembre se comenzó a observar el paso, principalmente por las carreteras, de devotos que van hacia la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México.
“Nosotros vamos a tener un incremento notable en la ciudad, nos preocupan mucho las peregrinaciones que vienen al centro de Orizaba, al santuario de la Concordia, porque son grupos que aglutinan a mucha gente”, dijo.
Que lleguen a ese templo no es problema, señala el bombero, pero sí lo es el trayecto desde su lugar de origen, pues por tradición usan la pirotecnia y para adornar la imagen que traen recurren a luces que adaptan a los vehículos, muchas veces sin dimensionar el riesgo que esto representa.
Y es que dijo puede caer una braza o un cerillo con el que encendieron el cohete en un vehículo y puede incendiarse o quienes manipulan estos artefactos quemarse las manos o incluso provocar un accidente entre las personas que observan la peregrinación, pues son muchos los riesgos que se van encadenando.
“El cohete lo lanzan en la ciudad y una braza puede caer caliente en un tanque de gas estacionario, que puede tener una fuga y puede provocar un accidente mayor”, dijo.
Piden verificar instalaciones de vehículos
Ante ello, destacó que los responsables de la peregrinación deben verificar que la instalación eléctrica que ponen en los vehículos esté bien hecha y la tomen de la misma batería del auto, para evitar un corto circuito y con ello las emergencias. “Adaptan instalaciones eléctricas y los vehículos han tenido problemas. Las camionetas donde acumulan los cohetes que usarán en la peregrinación son un gran riesgo, sobre todo en las calles de Orizaba por las que transitan”.
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Además, señaló que en algunas procesiones, los peregrinos llevan velas o veladoras y caminan muy cerca uno del otro, esto es también un riesgo alto para los mismos, pues si se apaga una la encienden sin mayor precaución.
Lo anteriormente expuesto dijo el comandante de Bomberos Orizaba son experiencias que han vivido en años pasados, por ello todo esto lo deben tener en cuenta los organizadores de las procesiones, pero también lo deben prever las autoridades de Protección Civil y los bomberos, para estar preparados a atender ese tipo de problemas, que pueden surgir de un momento a otro.
Estos accidentes, dijo el especialista, se pueden prevenir si la población que participa en este tipo de expresiones de fe sigue las recomendaciones. Protección Civil está muy atento, ha sido un acierto de las autoridades municipales prohibir los cohetes de propulsión dentro de la ciudad.
Población ha perdido hasta su casa
Esta medida, insistió, debería replicarse en los municipios de la zona de las Altas Montañas, donde la población recurre al uso de este tipo de artefactos durante las fiestas.
“Los bomberos transitamos por municipios como Río Blanco, Ixtaczoquitlán, Atzacan, Mariano Escobedo, Ixhuatlancillo, Tlilapan, en este último municipio hay dos o tres establecimientos donde fabrican esos artefactos y en los últimos años se han registrado accidentes por la pólvora que almacenan”, dijo.
“Hemos atendido varios de estos eventos y lamentablemente se lastiman los mismos fabricantes, su familia y pierden su casa y su bodega; por ese lo ideal sería que cada municipio adoptara esta medida preventiva, sería una gran ayuda para la sociedad”, concluyó.
Cabe recordar que en diciembre del 2022 El Sol de Orizaba dio a conocer la explosión un sitio que presuntamente funcionaba como taller clandestino donde se elaboraba pirotecnia, cerca del Puente de Los Berros, en Tlilapan.
En ese lugar resultaron heridos dos personas, un adulto y un menor de edad. Más tarde, el adulto, falleció a consecuencia de las quemaduras de segundo y tercer grado que sufrió en más del 50 por ciento del cuerpo.
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