Pobreza e inseguridad salen a relucir tras muerte de niños

Pobladores de La Patrona dicen que es aberrante; los hechos ponen en evidencia años de abuso que han sufrido por parte de autoridades

Jhennifer Renaud | El Sol de Córdoba

  · domingo 4 de julio de 2021

Amatlán, Ver.- Esta tarde yacen los dos féretros de los menores Jonathan y Eduardo en el interior de una casa que refleja la pobreza, con láminas y madera, se levantan las paredes, el techo de esa morada a la que llegaban los pequeños cada tarde después de lavar los coches, hoy su familia en medio de veladoras despiden a los adolescentes de 14 y 15 años.

Sin accesos al municipio de Amatlán así es como amanecen hoy las diferentes entradas de las carreteras que conducen a la comunidad de La Patrona, familiares y vecinos se instalaron con carteles y vehículos en manera de protesta por el asesinato de Jonathan y Eduardo los menores de edad que fueron asesinados en lo que se presume fue fuego cruzado entre elementos de la policía estatal y delincuentes.

Entre lágrimas y coraje la tía de los niños gritan a las cámaras el dolor que deja esta acción que calificaron de aberrante e injusta, hechos que ponen en evidencia los años de abusos que comentan los pobladores han sufrido por parte de autoridades.

“Desde ayer nadie nos da la cara, las camionetas no eran robadas, ellos las sacaron, eran niños que estaban trabajando para pagar sus estudios, ¿esta Cuitláhuac García es tu policía, los que matan personas inocentes?”, expresaron los manifestantes.

¡Ningún fuego cruzado, eran balas del estado!, repetían las mujeres y hombres que con coraje pedían justicia, fue en ese preciso momento cuando una camioneta de policías pasó por el lugar algo que prendió los ánimos y como respuesta la gente comenzó a gritarles con más fuerza, una fuerza que nacía del dolor y la rabia por la muerte de los niños.

Los dolientes tienen la mirada de tristeza fijada sobre el piso de tierra, de esa casa que se mantiene en pie por los remaches y lonas a las que Jonathan y Eduardo llamaban hogar, las sillas de plástico esperan a las decenas de vecinos que conocieron a los niños, para despedirlos y darle un poco de fuerza a sus padres que hoy solo tienen hambre de justicia.

Siguen sin obtener respuesta a sus protestas, a los bloqueos que ejercen presión para que los responsables de disparar el arma contra los niños sean juzgados, la Secretaría de Seguridad Pública ya emitió el comunicado en donde señala al “Wester”, peligroso delincuente como responsable de la balacera en la que los niños fueran las víctimas del presunto fuego cruzado una versión que no alivia el corazón de los pobladores quienes dicen estar cansados del abuso de poder y la inseguridad en una zona donde la pobreza y el abandono es latente.