Córdoba, Ver.- El desempleo como consecuencia de la pandemia por coronavirus es sinónimo de inseguridad porque la gente tiene que comer y si no trabaja podría empezar a delinquir, alertó el presidente estatal de la Cámara Nacional de la Industria de las Artes Gráficas (Canagraf), Fernando Arana Watty.
Consideró que la población se sigue enfermando de otras cosas, pero además debe seguir alimentando a sus hijos, "si no tiene trabajo empieza a delinquir y no es justificable, pero es entendible y es en lo que se tendría haber pensado al no apoyar a las empresas para que continuaran abiertas y si no son esenciales apoyarlas con parte de sueldo o servicios".
Refirió que en este momento se observan por todos lados letreros en locales de "se vende, se renta o se traspasa" y no hay alguien que se anime a poner un negocio.
Sobre el tema Joaquín del Valle Luna, propietario de “Novedades Joachito”, expresó que ha tenido que cambiar en dos ocasiones de giro comercial, incluso hasta ha pensado en cerrar la sucursal de Veracruz, pues para el pago de renta, luz, trabajadores e impuestos no alcanza la economía.
Él, en conjunto con su esposa y tres trabajadores, tiene a su cargo la venta de vestidos de XV años, novias, trajes de comunión, confirmación y bautizo.
"Para lo único que alcanza es para cubrir los sueldos, los que están abiertos ven ventas diarias de menos de dos mil pesos, lo fuerte es la venta de los vestidos grandes, las actividades eclesiásticas siguen canceladas y esto nos pega bastante", expresó.
Del Valle Luna dijo que están pensando seriamente en cerrar, ya que no tienen ventas.
Al gobierno ya uno le dice no me des dinero, pero condóname impuestos o luz, acá en Córdoba no han cortado luz pero en la otra sucursal del puerto ya
Joaquín del Valle, Vendedor
La necesidad de venta es grande, así como la merma en la economía, pues están conscientes de que ahora no hay solvencia para grandes compras, ellos dedicados al sector de la venta de moda y ropa les preocupa el hecho de que no se componga, pues ellos deben de probar vestidos, hacer ajustes, es decir, estar en contacto de forma cercana con la persona que compra.
Tomaron la decisión de rematar la ropa que tenían en la tienda, misma que pudiese ser de uso diario, así que por redes sociales empezaron a ofertarla.
Nos llegaban mensajes de ‘oye no tienes esto’ o ‘este en otra talla o modelo’, fue allí donde vimos que podría ser una opción laboral aunque está sea informal, pero a eso se nos obliga, pues no hay apoyo gubernamental
Refirió que si llegan a cerrar la sucursal de la ciudad no tienen problema, pues aunque no saquen las ganancias del año pasado, lo que ahora obtienen les da al mes para poder seguir a flote y llevar alimento y pagos de servicios de su hogar.
“Antes de la pandemia lo que uno creía como microempresario era crecer, pensábamos en abrir sucursal en Orizaba, nunca pedimos nada al gobierno, pero en estos casos que no es flojera del empresario, se habló de un apoyo de 25 mil pesos y no está mal, en su momento sirven para un mes, no dan facilidad de impuestos o servicios, debemos de buscarle por otros caminos”, refirió.
Al menos en la sucursal de Córdoba llegan a pagar aproximadamente dos mil a dos mil 500 pesos de luz y de renta cercano a 12 mil pesos.
Para este sector empresarial dedicado a la venta de “ropa para fiestas” su temporada fuerte iniciaba con el inicio de las vacaciones de verano, pues se tenía el tiempo de organizar fiestas.