A pesar de que cifras de la Encuesta Nacional de Salud Financiera 2023, revela que en Veracruz, el 57 por ciento de población mayor a 18 años tiene ahorros, en la práctica, xalapeños reconocen “vivir al día” y señalan que el 100 por ciento de sus ingresos se va en el pago de vivienda, propia o rentada así como en servicios básicos, transporte y alimentación.
Coinciden en que este último rubro, el de la alimentación, ha tenido un aumento considerable en sus presupuestos durante los últimos años, sepultando de manera definitiva sus intenciones de ahorrar.
Y es que, aunque el porcentaje del salario que se destina depende del número de integrantes y el tipo de familia, para la mayoría representa más del 50 por ciento de sus ingresos.
Cintia Jiménez Gallegos, ama de casa y madre de familia, expone que en el pasado siempre intentaba tener un pequeño ahorro para afrontar cualquier emergencia, pero debido a que todo ha subido, principalmente, los alimentos ya no queda ningún porcentaje seguro que guardar de sus ingresos. “Yo sé que es importante ahorrar pero es complicado en este momento porque todo está muy caro”, explica.
En esto coincide Estela Pensado Hernández, madre xalapeña quien es la encargada de administrar el presupuesto familiar y hacerlo rendir. Reconoce que los constantes incrementos en los precios de alimentos han sepultado su capacidad de ahorro, esto a pesar de que su meta siempre ha sido guardar el 10 por ciento de lo que recibe. “Cuando guardo algo siempre dura poco porque los altos costos de los alimentos se van comiendo todo”.
Ahorrar también es un deseo para Don Irineo Tlapa Hernández, sin embargo, apunta que gana apenas el salario mínimo y todo su ingreso se va en sus gastos básicos y en medicinas.
“Sé que es importante tener siempre un guardadito, pero para mí que gano muy poco no es posible, lo poco que le queda tras pagar la comida, para alguna medicina. No hay para más”.
¿Por qué los veracruzanos no ahorran?
Fermín Isaías Cabo Leiva, director de la facultad de Economía de la Universidad Veracruzana, reconoce que el hábito de ahorrar entre la población veracruzana es bajo, esto comparado con otros países. Por ello, asegura que es necesario impulsar más este hábito como parte de la educación básica ya que en la actualidad, dice, dependen del grupo de población y edad, estos factores, entre otros.
El hábito del ahorro y la intención está en Albertina Cortés Solís y Oscar Gustavo López Almada, sin embargo, no así la capacidad de hacerlo, reconocen. Detallan que los dos ingresos que perciben apenas alcanzan para pagar renta, servicios, alimentación y transporte de ambos y que hasta el momento no han logrado su meta de ahorrar para poder adquirir una vivienda.
“Todo se va en pagar renta, en camiones o taxis y no tener hijos hace que no estemos endeudados porque entonces los gastos se nos multiplicarían. Nos damos algunos gustos como salir a comer o ir al cine, pero nada más. Ahorrar cuando todo está tan caro resulta como un objetivo lejano”.
Exponen que en su caso no tienen tarjetas de crédito, “porque sabemos que las deudas son excesivas, así que mejor no tenemos por qué hacerlo significa contraer deudas por encima de nuestra capacidad”.
¿Cómo ahorran las nuevas generaciones para el futuro?
Cabo Leiva, detalla que los datos económicos revelan que el grupo poblacional que más ahorra es de entre 18 y 29 años y que aproximadamente el 59 por ciento tiene el hábito. “Lo que es coherente porque en las etapas jóvenes de la vida se supone que uno tendría que ahorrar para tener un mejor futuro”, dice.
Nicole Martínez Centeno es una joven estudiante que dice que de familia le viene lo ahorradora. Actualmente, no tiene un empleo porque es estudiante, pero de lo que le dan sus papás guarda un porcentaje siempre.
“Tengo el ejemplo de que solo ahorrando logra uno tener cosas materiales, así que trato de guardar en su cuenta bancaria un poco más del 30 por ciento. Tenerlo en casa no es una opción porque no funciona”.
Ariel Hernández Pérez es un joven que a su corta edad estudia y trabaja. Para él ahorrar es una necesidad ya que busca hacerle frente a sus gastos futuros en la carrera. Indica que sus padres han sido su ejemplo y por ello tiene un hábito que pocos tienen que es no gastar todos sus ingresos. “Sean poco o mucho, siempre hay que tener una reserva porque no sabe uno si tendrá una emergencia, pero lo más importante es asegurar mi futuro”.
Judit Muñoz, de tan solo 18 años, es una xalapeña que asegura que es por ignorancia que la gente no ahorra. “Porque algo debe guardarse pensando en los días complicados. Es un hábito que puede darnos un mejor futuro”, comenta.
De acuerdo a los datos de la Encuesta Nacional Sobre Salud Financiera (Ensafi) 2023, la población de 18 años es la que tiene una mayor proporción de reservas.
En el caso de las mujeres lo hace 49.3 por ciento, mientras que los hombres las superan, con 55.2 por ciento. Cuando se trata del monto de reservas, 57.3 por ciento tenía un monto de hasta una quincena de lo que ganaban o recibían y 10.3 por ciento ahorraba montos superiores a tres meses.
El 36.2 por ciento de la población reportó tener algún tipo de deuda. En ese punto, las mujeres tuvieron un menor monto de deuda, 34.1, mientras que en los hombres fue de 38.7 por ciento. El 17.1 por ciento consideró que su nivel de deuda era alto o excesivo, mientras que el 48.9 lo calificó como moderado.
¿Cómo y dónde ahorran los mexicanos?
Por su parte, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), realizó el estudio: ¿Cómo y en dónde ahorra la población adulta en México? Advierte que si bien en México casi 7 de cada 10 personas adultas ahorra, lo hace a través de instrumentos informales, mayoritariamente en su casa.
Contar con ingresos altos, realizar un presupuesto mensual y tener productos financieros formales, son factores que se relacionan positivamente con el ahorro. En contraste, gastar por encima de sus ingresos es un determinante que reduce la probabilidad de ahorro de las personas.
Este análisis señala que el ahorro es fundamental tanto para afrontar emergencias económicas como para lograr objetivos a largo plazo o aprovechar oportunidades, lo cual está estrechamente relacionado con la salud financiera.
Las condiciones sociodemográficas tienen una estrecha relación con los comportamientos financieros. Persisten variables que permiten conocer las relaciones entre estas condiciones y distintos fenómenos, como el ahorro activo.
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Nota publicada originalmente en Diario de Xalapa