Orizaba, Ver.- Aunque los bienhechores de Casa de la Misericordia mantienen el apoyo que dan periódicamente, la cantidad en especie disminuyó hasta en un 40 por ciento, mencionó el padre Román Elías Oficial Gil, coordinador de ese espacio. Dijo que a pesar de ello el número de comidas que preparan para las personas vulnerables diariamente se mantiene en 300.
“El número de personas que nos apoyan no ha disminuido, lo que sí vemos disminuido son algunas cosas que nos obsequian son en menor cantidad”, dijo y ejemplificó que los locatarios compran menos para vender ellos, pues ya no tienen las posibilidades para comprar cosas como antes. Al disminuir su adquisición también baja la aportación que comparten con Casa de la Misericordia.
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Agregó que hasta hace un tiempo, los martes recolectaban alrededor de 60 rejas de fruta y verduras, pero actualmente bajó a 25 o 30, y atribuyó esa situación al incremento en el costo de la canasta básica.
Ejemplificó que arroz, frijol y pasta para sopa no faltan, pero lo que disminuyó es azúcar y aceite, "lo entendemos porque son productos que están más caros”, sin embargo, siempre llega alguna persona de buen corazón a entregar esos y otros productos.
Subrayó que esa disminución no es razón para disminuir la ración de alimentos. “El comensal siempre se lleva lo mismo. Tratamos de hacerlo con mucho amor, con mucha Caridad para que el pobre no se vea desamparado”, resaltó.
¿Cuántos voluntarios tiene la Casa de la Misericordia?
Para atender a las personas que llegan a Casa de la Misericordia a solicitar algún servicio, hay 120 voluntarios, entre jóvenes y adultos en igual porcentaje. Mencionó que aumentó el número de estudiantes porque ahí pueden realizar su servicio social.
Casa de la Misericordia, además de dar 300 comidas de lunes a viernes, brinda atención médica, tanatológica, psicológica y jurídica, estos servicios son atendidos por los adultos, mientras que los jóvenes ayudar en el acomodo y entrega de alimentos.
“Ha sido una experiencia muy bonita porque muchos de ellos llegaron a hacer su servicio sin tener idea de lo que hacemos, aquí se encuentra con la realidad y les cambia el concepto de Iglesia y de las cosas, porque al estar en contacto con la necesidad valora el esfuerzo de su familia y lo que tienen”.