Ixhuatlancillo, Ver.- Propietarios de viveros opinan que la flor de cempasúchil mexicana compite con la china, que se vende en macetas; la otra, en ramos para adornar los altares de los fieles difuntos.
Juan Flores, agricultor, explica que la flor mexicana tiene un tamaño que varía entre los 10 centímetros a los 2 metros de altura. El cempasúchil no se trata de una flor, en realidad es una inflorescencia, es decir, que cada uno de sus pétalos en realidad es una flor.
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Comenta que en la región se produce en municipios como Rafael Delgado y Acultzingo y es en el estado de Puebla donde se siembra más, “ahí compramos por mayoreo, para comercializarla en comunidades de las Altas Montañas”, dice.
¿Cómo se le conoce a la flor de cempasúchil de origen chino?
Explica que la flor de cempasúchil de origen chino, se trata de una variante modificada. En el mercado se le conoce como cempasúchil Marigol.
En Ixhuatlancillo se compra muy poca, ya que a la gente le gusta más la “flor de los muertos”, que representa una importante fuente de ingresos para los campesinos de Rafael Delgado y estados vecinos, abundó.
¿Cuál es la característica del cempasúchil mexicano?
Además, detalla el cempasúchil mexicano es una planta con sentido de pertenencia cultural, que simboliza una de las tradiciones más importantes en Veracruz, principalmente los pueblos indígenas.
La ventaja de consumir productos locales es que se incentiva la economía de los pueblos indígenas de las faldas del volcán Pico de Orizaba, porque se generan fuentes de empleo en el campo y en los viveros que distribuyen la flor mexicana de cempasúchil, añade.
Para saber:
La flor de cempasúchil es originaria de México, su nombre proviene del náhuatl “Cempohualxochitl” que significa “veinte flores” o “varias flores”.
Nuestros antepasados consideraban que el color amarillo de esta flor tenía que ver con el sol, razón por la que la utilizaban en las ofrendas dedicadas a sus muertos.
La tradición dice que deben hacerse senderos con las flores de cempasúchil, desde la puerta principal hasta el altar puesto en la casa, con el objetivo de guiar a las almas hacia las ofrendas. Cabe destacar que, la también conocida “flor de muertos” era considerada por los mexicas como un símbolo de vida y muerte.