Orizaba, Ver.- Continúan representantes de comerciantes ambulantes pidiendo a la administración municipal un espacio para que las mujeres que venden elotes sobre el parque Apolinar Castillo puedan establecerse, están dispuestas a componer los diablitos donde transportan su mercancía.
Gaudencio Brito, dirigente del Frente de Acción Revolucionaria (FAR), señala que el título de Pueblo Mágico qué desde el 2015 tiene la ciudad de Orizaba no beneficia más que a los empresarios, pues los vendedores ambulantes para poder ejercer su trabajo diario deben incluso de esconderse de las autoridades e inspectores de comercio.
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¿Por qué los vendedores ambulantes no se han visto apoyados por el Ayuntamiento de Orizaba?
"En la realidad no vemos un beneficio para la población en general, como vendedores ambulantes no vemos reflejado en nuestro bolsillo el incremento económico del que hablan los empresarios".
Recuerda que desde la primera administración de Juan Manuel Diez Francos, como presidente municipal de Orizaba, esto en el 2007 ha pedido "La Plaza del Maíz", qué sea un espacio donde las eloteras puedan vender los platillos derivados de este alimento.
Lamenta qué el alcalde sea una persona clasista y racista, pues, se ha referido a estas mujeres como un objeto, ya que, no traen belleza al Pueblo Mágico.
"Dice que las vendedoras afean la ciudad, ¿que no tiene madre?, ¿esposa?, ¿hijas?", comenta.
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Gaudencio Britto comenta que este periodo de gobierno de Juan Manuel Diez Francos se han acercado para hacer la misma petición acudiendo con la coordinación correspondiente, qué es Comercio.
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En tanto, estas mujeres buscan el sustento diario vendiendo sobre el parque Castillo, dejando su carrito o diablito con producto dentro del atrio de la Catedral, sin embargo, este espacio no es gratis, pues aunque pertenece a la iglesia, ellas pagan 150 pesos a la semana.
Cuestionado sobre el espacio que estaría adecuado para este espacio, dijo que sería junto a la iglesia, en la Plaza de Santa Cecilia, no obstante, apenas estarían esperando respuesta.
"Nosotros vivimos de las personas donde hay actividad comercial, es un lugar donde no molestarían a nadie y con uniformes y carros modificados entrarían dentro del marco que le dan a la ciudad como turística", señala.