Orizaba, Ver.- Con el repique de campanas, esta tarde la Diócesis de Orizaba se unió a la oración por la Paz en México. Este signo se realizó al cumplirse un año del asesinato de los sacerdotes Jesuitas Javier y Joaquín, en la Sierra Tarahumara, Chihuahua; pero se asumió también como un rechazo a la violencia que se resiente en todo el país.
Más allá del dolor, se acrecienta el compromiso de la Iglesia Católica de construir la paz y memoria. Por ello, la Compañía de Jesús, la Conferencia del Episcopado Mexicano y la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México llamaron a emprender acciones nacionales.
Te podría interesar: Padres de familia se olvidan de educar a sus hijos con valores: padre Helkyn
¿Qué acciones nacionales realizó la iglesia católica en México?
La primera de ellas fue la Misa especial que en cada parroquia se celebró en memoria de las víctimas de la violencia en el país y por los desaparecidos.
Otra acción se realizó este martes, al repicar por un minuto las campanas de templos y capillas, en memoria de las víctimas de la violencia en México y como clamor por la justicia, como refrende del compromiso de la Iglesia Católica para construir la paz.
El padre Marcos Palacios Cárdenas, Párroco de San Isidro Labrador, dijo que, si bien las campanas suenan por el duelo de las víctimas de violencia, también suenan para que despierte la sociedad, porque parece que duerme acostumbrada a esta realidad.
“Que resuenen las campanas para que usted y yo dejemos de ser violentos. Quizá no tenga un arma en sus manos, pero nuestras palabras, nuestra manera de conducir un auto o una moto, la manera de tratar a las personas y otros tantos comportamientos, son violentos”, dijo.
Síguenos a través de Google News
La feligresía oró porque estas acciones, aviven la llama del Espíritu en sus corazones para seguir trabajando artesanal e incansablemente por la justicia y la paz.
Leer más: Imponer ideologías y políticas son problemas para la sociedad: sacerdote
Así, el repique de campanas que se escuchó en los seis decanatos de la Diócesis de Orizaba, la comunidad católica manifestó su rechazo a la violencia y reiteró su compromiso de construir con buenas acciones una sociedad que viva en paz.