Nogales, Ver.- El material que se acumuló en el Cañón del Río Blanco, principalmente piedra y lodo representa riesgo para la población durante la presente temporada de lluvias pues el agua podría arrastrarlo hasta la ciudad.
Miguel Ángel de la Torre Loranca, titular de la Dirección Municipal Forestal dijo que ya se verificó con un dron y por tierra la situación y detectaron que hay “resbaladillas de piedra”, es decir, que el agua lavó en su totalidad el suelo y quedó la piedra expuesta.
Subrayó que las intensas lluvias y la devastación que generaron los incendios se convierten en un riesgo pues al no haber qué lo contenga, se acumuló demasiado material que puede ser de gran riesgo si se registra alguna tormenta de grandes magnitudes, “como ocurrió en Acultzingo”, señaló.
Recordó que el incendio forestal que se registró hace unas semanas devastó 171 hectáreas de bosques y vegetación, por ello pueden deslavarse 20 centímetros, es decir que bajaría por ese cañón un promedio de 142 mil metros cúbicos de piedras y lodo.
Por ello, el alcalde de este lugar, Guillermo Mejía Peralta y el de Río Blanco, David Velázquez Ruano instruyeron que se realizaran acciones concretas para evitar el riesgo para la población que habita en la ribera del río La Carbonera.
Dijo que el riesgo es que el material que se acumule por las lluvias baje arrastrado por una gran cantidad de agua de un solo golpe, pues “una cosa es el agua que baja entre los árboles y otra es el agua que baja a toda velocidad, porque el cerro ya es una resbaladilla de concreto”, concluyó.