Orizaba, Ver.- Oficinas como los Centros Integradores de Desarrollo (CID) y de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), que son federales y están instaladas delegaciones en la ciudad, trabajan de manera normal aunque con una diferencia en el número de empleados.

Mientras que el CID, donde llegan adultos mayores, madres solteras, taxistas, personas con discapacidad y estudiantes en busca de que se les integre en alguno de los programas asistenciales, es atendido únicamente por dos servidores de la Nación,la oficina de Profeco trabaja con ocho empleados, todos ellos pagados por el Ayuntamiento de Orizaba.

A raíz de la cuarentena, establecieron la atención en línea para facilitar a los interesados en ser incluidos en alguno de los programas o poner su queja o denuncia, en caso de la Profeco, sin embargo, hay ciudadanos que prefieren solicitar información o hacer el trámite personalmente.

En el Centro Integrador,la gente hace fila, muchas de las veces sin guardar la sana distancia, mientras espera que llegue su turno de atención; en la oficina de Profeco, que se ubica en el Palacio de Orizaba, el acceso no está permitido y el personal atiende al os consumidores por la ventana.

Martín García Limón, titular de dicha oficina recordó que ésta se reabrió hace casi 6 años, comenzó a trabajar con tres personas, una del sindicato y dos de confianza y de ahí fue creciendo hasta llegar a los 8 que actualmente se desempeñan.

Esto, explica, se debe a que la carga de trabajo aumentó y realizan actualmente otras acciones, como el "Quién es quién en los precios", las tecnologías domésticas y las jornadas educativas.

Aunque la oficina trabaja bajo los lineamientos de la Ley Federal de Protección al Consumidor y por tanto depende de la Federación, administrativamente todos los que ahí trabajan dependen del municipio ya que es el que les paga.