ORIZABA, Ver.- La historia del cerro del Borrego, Agustín Lara, Sara García, el bebé endemoniado, el perro con el saco del diablo, la cruz de las calaveras, éstas últimas que se pueden apreciar en la Casa de las Leyendas son algunas de las obras que el escultor Erick Torres Martínez ha hecho para la actual administración municipal.
Para él es un orgullo tener trabajo en su propia ciudad. “Ese es el sueño de muchos autores, tener obra pública; pues eso también forma parte de su trabajo; ya que participar con nuestro arte es ser representativos en ella”, apuntó.
Agregó que la actual administración manifiesta su interés en el turismo y que lo haga es una ventaja para artistas de la ciudad y la región, ya que muchos de ellos se benefician con los proyectos que llevan a cabo.
Mencionó que cuatro de sus obras están en la Casa de las leyendas. Una de ellas es el cerro del Borrego, otra es el bebé endemoniado y la cruz de las calaveras; otra es el perro que le llaman el saco del diablo.
También en dos puntos diferentes de la ciudad hay dos obras más, la figura de Agustín Lara, que se ubica en la pequeña plazoleta que lleva su nombre y que se ubica muy cerca del Puente Independencia, en el Barrio de Pichucalco, justo donde se ubicaba el Farolito, a la entrada de la vecindad donde vivió durante su estancia en esta ciudad y que lo inspiró para escribir su famosa canción.
La obra más reciente es la de Sara García, que caracterizada como la abuela de la película “Los tres García” se observa sentada sosteniendo su bastón, sentada en una de las bancas del parque López.
En todas ellas el material que predomina son las poliresinas combinadas, en alguna de ellas con fibra de vidrio a solicitud del cliente.
Explicó que este material no requiere de un mantenimiento especial, aunque sí constante para conservarlo en buen estado. “La región es muy húmeda y en los periodos de calor se crea la contracción de materiales, pero con una limpieza básica y un período de pintura cuando sea necesario tienen una larga duración”, dijo.
Estimó que sin mantenimiento las figuras tardarían en deteriorarse aproximadamente 40 años. “Son resinas plásticas que pueden ser muy resistentes, aunque por la apariencia y por el tipo de trabajo sí se le tiene que dar mantenimiento para que mantengan las mismas características”, destacó.
Hacer cada una de las figuras le lleva alrededor de un tiempo de elaboración, pues debe documentarse bien sobre cada una para hacerla al gusto del solicitante.
Actualmente, el escultor egresado de la Universidad Veracruzana trabaja en proyectos personales, por lo que no ha hecho recientemente exposición de su trabajo. Para el Ayuntamiento de Orizaba comenzó a trabajar desde el año pasado.