“Es necesario porque las personas que así lo deseen tengan derecho a consumir marihuana sin que esto tenga que constituir un delito o o tenga que ver con ser parte del crimen organizado”, aseguró la psicóloga Cecilia Barragán Díaz, y se pronunció a favor a la aprobación del uso recreativo o lúdico le siga una campaña de información sobre el consumo.
La solución de los problemas de salud no es la prohibición sino la información
Entrevistada respecto al aval que dio la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para que los mexicanos mayores de edad puedan consumir, sembrar, cultivar, cosechar, preparar, poseer y transportar cannabis, con fines recreativos; la profesional de la salud expuso que tras esta decisión, es necesario que se emprendan campañas para educar a la población a ser consumidores responsables de esta sustancia.
“El problema es que la gente está desinformada, no porque ahora se empiece a legislar y que vaya a haber acceso para ciertas personas, significa que tiene incrementar el problema de salud. No tiene que ser así”, reiteró.
Barragán Díaz reconoció que, si bien el consumo de la marihuana conlleva a riesgos y perjuicios a la salud, se trata de una droga como muchas otras que se consumen de manera diaria y que, no se han "satanizado” tanto como la propia cannabis. “Los riesgos están como en cualquier cosa que se consuma en exceso o sin control (…) Hay sustancias como el café, el alcohol o la misma azúcar que causan perjuicios por eso la importancia de no prohibir el consumo de esta planta sino informar”.
Cuestionada respecto a los efectos que causa la mariguana en el sistema nervioso y las emociones de quienes la consumen, la psicóloga dio a conocer que, aunque estos dependen de cada organismo, en la mayoría de las personas les provoca una sensación de relajación y aumenta en ciertos grado la percepción de los sentidos. Estos efectos puede hacer que, mientras a algunas personas les agrade las sensaciones otras puedan rechazar los efectos y sufrir incluso de ataques de pánico o aumento en la ansiedad.
La especialista indicó que cuando el consumo se da de manera inmoderada o en exceso, pueden desarrollarse daños en el sistema respiratorio -cuando se fuma- pero también efectos en el sistema psicomotor en donde puede aparecer el “Síndrome amotivacional”.
“Puede ser que la persona comience a sentir mucha flojera o falta de motivación para hacer las cosas. Esto se ve un poco más en los jóvenes y puede llegar a ser más grave en aquellas personas que ya de por si tengan alguna tendencia depresiva o problemas de estados de ánimo”, concluyó.