ORIZABA, Ver.- Silvino Martínez Jamed, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria Alimenticia envasada y embotellada al servicio de grupo Sabritas en Ixtaczoquitlán, denunció la manipulación que hace la empresa hacia los trabajadores para que éstos acepten un nuevo sindicato y desconocen los convenios acordados con el sindicato que él representa y la base trabajadora.
Explicó que en junio pasado tuvieron el proceso de legitimación del contrato colectivo de trabajo y la empresa –que dicen vio las cosas en retrospectiva, de manera inusual y quizás de "mala fe"- contrató a alrededor de 80 personas como trabajadores eventuales.
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Esta situación fue reconocida por la empresa y quedó sentado en un acta del día de la verificación de la votación. Los trabajadores eventuales empezaron a laborar de manera escalonada tres semanas, dos semanas, una semana y algunos a escasos días de la legitimación.
Esto provocó que entrara un gran número de personas a la planta, sin conocimiento completo de las prestaciones, de cómo funciona el sindicato, de cuáles son los beneficios que forman parte del contrato y, a pesar de que semanas anteriores dieron pláticas informativas para que los trabajadores tuvieran el debido conocimiento y tuvieran el contexto de las cosas, muchos trabajadores no pudieron asistir a esas pláticas porque no estaban todavía contratados.
“Llega el día de la elección y ésta es adversa a los intereses del sindicato por una votación de apenas 14 votos en una población de alrededor de 620 personas”, señaló.
Con ese diferencial la autoridad determinó que el CCT no quedaba legitimado, y aunque pudieron haberlo impugnado, tras una consulta rápida con la gente y el personal sindicalizado acordaron que la forma de dar la vuelta a esta situación era celebrar un nuevo contrato colectivo con más y mejores prestaciones para cada uno de los trabajadores, “ahora si en todas sus diversas categorías”.
Cuando dicha situación se consensó con la empresa, ésta dijo públicamente -en reunión con los trabajadores- que sí estaba de acuerdo. Sobre esa base el sindicato comenzó a trabajar para que ese contrato colectivo tuviera forma, y lo primero que se hizo fue recabar las firmas para recuperar la representatividad sindical.
“De repente, la empresa deja de tomar nuestras llamadas, nos deja de dar la cara y, de manera reciente nos dijo que no tiene por qué celebrar un nuevo contrato colectivo, que no lo hará y se quedarán con lo que hay y, evidentemente no habrá aumento al salario".
Empezaron a presionar a la empresa para que otorgara un aumento provisional, considerando que este año todos los productos de la canasta básica aumentaron de precio significativamente y es por todos sabido, pero no obtuvieron respuesta positiva.
“Ahora ya no nos permiten el acceso a la planta, no se lo permiten a la delegada para requerir la entrega de documentación interna que tiene el sindicato dentro de la planta, no la quieren entregar”, por lo que dijo se realizarán las acciones legales correspondientes.
¿Empresa ya había acordado con otro sindicato?
Lo más grave, abundó, es que otro sindicato, coincidentemente está haciendo proselitismo al interior, auspiciado por la empresa, lo que no es casual. Con esto desconocen los acuerdos que se tenían y “lógicamente es un intento de la empresa por proteger sus intereses, aunque tenga que descuidar al trabajador. Es lo que nos tiene consternados porque la empresa se había ostentado hacia terceros y de dientes para afuera, como socialmente responsable y que cuida de la clase trabajadora y está demostrando exactamente lo contrario”, resaltó.
Ante esta irregularidad, concluyó, se realizarán las acciones legales conducentes ante las autoridades correspondientes, pues lo que hace la empresa es una simulación al más puro estilo de las viejas prácticas, que una vez que se demuestren invalidarían el proceso que lleva a cabo la empresa.