Orizaba, Ver.- A los niños se les tiene que enseñar la capacidad analítica a través de las Matemáticas, el uso correcto de la lengua a través de la enseñanza de la lengua española; esto ha sido aprobado por décadas y, si bien el método en algún momento puede cambiar, no puede prescindir de materias que son elementales en el desarrollo cognitivo del niño, aseveró el Padre Helkyn Enríquez Báez, vocero de la Diócesis de Orizaba.
Al cuestionarle sobre los libros de texto para el ciclo escolar 2022-2023, que tienen errores gramaticales y de cálculo, además de que eliminan módulos de materias como Matemáticas y Ciencia y agregan otros con una ideología diferente, señaló que el riesgo con los libros de texto es que afecten sobre todo a las clases más vulnerables.
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Esto porque son quienes en un momento van a hacer uso de estos textos. “Nosotros como Iglesia confiamos en el buen juicio y la capacidad de los profesores y profesoras de México”. Destacó que en el país hay muchos profesionales de la Educación, con alta capacidad y con capacidad crítica.
El de la Educación, abundó, es un gremio muy fuerte y, en otras ocasiones ellos mismos se han vuelto críticos de algunas intenciones o de algunos textos que no corresponden a una verdadera Pedagogía ni a una verdadera educación. “Creemos que son los mismos profesores los que ahora están cobrando conciencia de los errores pedagógicos”, resaltó.
Recordó que la palabra Pedagogía significa acompañar, en el término etimológico: acompañar al niño por el buen camino, librándolo de peligros. Aquí es donde corresponde a todos quienes en algún momento nos figuramos como instituciones educativas: la familia, la escuela, poder discernir entre lo que beneficia a las futuras generaciones y aquello que en algún momento podría poner en detrimento su educación.
Un riesgo de no hacerlo es que las diferencias educativas se pueden volver más profundas. “Sabemos que los niños en escuelas particulares posiblemente tendrán acceso a otro tipo de textos, que enriquezcan su educación; algunos posiblemente dejarán las escuelas públicas para irse a las privadas, pero sabemos que la solución no es hacer un enfoque solamente en la educación privada”.
Subrayó que la educación pública tendría que ser de alta calidad para todos, tener textos de alta calidad en cuya elaboración participen de modo responsable profesionales que sepan de Pedagogía y del desarrollo psicopedagógico del niño, para que en un momento -si es necesario cambiar los textos y quitar los errores que tienen y que no corresponden a cada una de las ciencias que enseñan-, se corrijan.
El vocero de la Diócesis afirmó que las instituciones siempre deben estar sujetas a la evaluación, a la verificación y, si algo contiene errores hay que corregirlos, “eso nos dice el buen juicio y el sentido común”.
Enfatizó que también corresponde a los padres, vigilar y actuar respecto a estos textos. “Si de algo nos hemos dado cuenta es de la capacidad que tiene la sociedad de reaccionar, ante lo que en un momento puede afectar a sus hijos”, concluyó.