Orizaba, Ver.- Acontecimientos lamentables como el hallazgo de ocho cuerpos en una fosa clandestina de Atzacan demuestran la violencia que algunos niegan, pero va en aumento y generan sufrimiento a muchas familias que buscan a sus seres queridos desaparecidos, aseveró el Padre Helkyn Enríquez Báez, vocero de la Diócesis de Orizaba.
Dijo que no los han podido encontrar porque dicen no tener el apoyo o la respuesta que esperaban y como quedó de manifiesto en la Jornada Nacional de Oración por la Paz, la Iglesia católica se unió a las familias que sufren.
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“Lo hacemos de modo solidario porque sabemos que somos hermanos y miembros de un mismo país, de una misma comunidad y, por eso cuando alguien de nuestra comunidad sufre, como Iglesia también experimentamos el sufrimiento solidario”, resaltó.
Agregó que ciertamente, en la fe encuentran fortaleza, pero también les mueve a tener acciones que ayudan en la construcción de la paz.
“Sabemos que corresponde a las autoridades y a las instituciones de Seguridad Pública seguir realizando y revisando las estrategias, fortaleciendo lo que se deba fortalecer para evitar la impunidad, para evitar que los grupos delincuenciales o violentos sigan dañando a nuestras familias y comunidades”, apuntó.
Aseveró que no es cerrando los ojos como se elimina la realidad sino descubriendo que existe esa dramática situación y atendiendo, con lo que sea necesario, el correcto ejercicio del Estado de Derecho y de las instituciones de Seguridad Pública.
Por otra parte, sobre la aprobación que hicieron los diputados en lo general, para que la Guardia Nacional pase a ser parte de la Sedena, señaló que, si bien es cierto que esto evidencia la crisis de seguridad, el Ejército cumple funciones específicas marcadas por la Constitución si la seguridad queda a cargo de la Sedena habla de un proceso de militarización que el gobierno federal actual dijo se iba a evitar.
Esto, remarcó, confirma por un lado que las instituciones de seguridad no son suficientes para responder a la escalada de violencia, a la crisis de inseguridad que hay en el país y en la entidad.
“Como lo han dicho los obispos, la revisión de las instituciones y estrategias no deben llevar un proceso de militarización porque esto implicaría otras aristas donde se pondría en riesgo los derechos de los ciudadanos, que protege la Constitución Política”, explicó.
En esa perspectiva, concluyó, los diputados tendrían que pensar lo que aprobaron para representar a quienes los eligieron.