El uso de videojuegos ha cobrado cada vez más relevancia como actividad recreativa, especialmente entre niñas, niños y adolescentes. Sin embargo, su impacto en la salud mental ha sido objeto de debate en los últimos años.
Jorge Luis Arellanez Hernández, investigador del Instituto de Investigaciones Psicológicas de la Universidad Veracruzana (UV), advirtió que, al igual que cualquier práctica que produce placer, los videojuegos deben utilizarse con moderación para evitar que se conviertan en un problema en la vida cotidiana.
Durante su participación en la mesa de diálogo virtual “Videojuegos y su impacto en la salud mental: una visión general”, organizada por la Secretaría de Salud a través de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama), Arellanez destacó la necesidad urgente de promover un uso responsable de la tecnología para proteger la salud mental.
Pandemia y videojuegos: un escape con consecuencias
El investigador recordó que, durante la pandemia de COVID-19, muchos niños y adolescentes, aislados de su entorno habitual, aumentaron considerablemente sus horas de juego como una forma de enfrentar el dolor psicológico y combatir la soledad.
Sin embargo, esta tendencia estuvo marcada por la falta de supervisión y apoyo parental, agravada por las circunstancias de la pandemia.
En este contexto, Arellanez recomendó no descuidar la interacción social con amigos y familiares. Señaló que es fundamental mantener relaciones interpersonales saludables y relegar el uso de videojuegos a un segundo plano.
El rol de la socialización en entornos digitales
El investigador también subrayó la importancia de la socialización en espacios digitales, destacando que el juego forma parte esencial de la expresión emocional y física en la vida cotidiana.
Los juegos permiten la interacción y fortalecen los vínculos dentro de un grupo social, además de fomentar la creatividad, facilitar la adquisición de conocimientos y desarrollar habilidades y nuevas formas de comunicación.
Te puede interesar: Visibiliza desaparición de mujeres con ilustraciones, ¿de qué trata Veracruz, qué está pasando?
Particularmente entre los jóvenes, que se encuentran en una etapa de desarrollo en la que buscan nuevas experiencias y sensaciones, los juegos juegan un papel importante en la construcción de su identidad.
Diversidad en los videojuegos
Arellanez Hernández identificó cuatro tipos principales de videojuegos, cada uno con características distintas:
Acción: Enfocados en luchas y peleas, con ejercicios repetitivos.
Arcade: Incluyen plataformas, laberintos y aventuras, con un ritmo rápido y requerimientos de reacción mínima.
Deportivo: Simulan deportes como fútbol, tenis, y baloncesto, donde se requieren habilidad, rapidez y precisión.
Estrategia: Incluyen juegos de rol y guerra, que exigen concentración, administración de recursos y planificación de estrategias.
¿Qué son los “Serious Games” o juegos serios?
Además, el investigador compartió una lista de “Serious Games” o juegos serios, que son utilizados para fortalecer aprendizajes específicos:
Exergames: Juegos de ejercicio empleados en fisioterapia, recuperación y deportes.
Games of Health: Juegos enfocados en promover hábitos saludables y adherencia a tratamientos médicos.
Mango Health: Aplicación que ayuda a tomar la medicación y promueve un estilo de vida saludable a través de retos y rutinas.
Superbetter: Ofrece misiones que permiten progresar en el juego mientras se ganan puntos y medallas, fomentando la conciencia corporal y mental.
Journey: Videojuego con una estética onírica, basado en paisajes y música, diseñado para combatir la depresión.
Rompiendo el estigma de los videojuegos
En la misma mesa de diálogo, Evalinda Barrón Velázquez, directora general de Conasama, subrayó la importancia de eliminar el estigma asociado a los videojuegos, especialmente entre los más jóvenes.
“La falta de comprensión por parte de las personas adultas, a menudo debido a la brecha generacional, genera un estigma hacia quienes juegan videojuegos,” señaló Barrón Velázquez.
Enfatizó que lo esencial no es prohibir los videojuegos, sino aprender a gestionarlos de manera adecuada.
Nota publicada originalmente en Diario de Xalapa