“Los seres indispensables son aquellos que luchan toda la vida”, expresó Bertolt Brecht, una cita que el ingeniero civil Heberto Castillo Martínez, destacado activista social y político, símbolo de resistencia y lucha por la justicia social, abrazó con fervor a lo largo de su vida dedicada a defender las libertades democráticas en el país.
¿Quién fue Heberto Castillo?
Heberto Castillo, nacido el 23 de agosto de 1928, en Ixhuatlán de Madero, Veracruz, se distinguió no solo por sus innovaciones en ingeniería, como el desarrollo del sistema tridilosa, una estructura ligera tridimensional de concreto y acero usada en el World Trade Center de Ciudad de México, el cual fue adoptado en diversas obras públicas en diferentes países, sino también por su incansable lucha por los derechos políticos y sociales.
Su carrera académica abarcó más de dos décadas en instituciones de renombre como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), combinando su pasión por la enseñanza con la investigación y la práctica.
El ingeniero Heberto Castillo Martínez también trabajó como articulista en las revistas “Siempre” y “Proceso”, así como en los periódicos “Excélsior” y “El Universal”. Sin embargo, su contribución más destacada fue su participación en la política, la cual inició en 1961 al unirse al Movimiento de Liberación Nacional (MLN) junto al general Lázaro Cárdenas del Río.
Participó activamente en el Movimiento Estudiantil de 1968, enfrentando la represión gubernamental, y fue encarcelado en Lecumberri, en 1969, por su participación en la defensa de las libertades democráticas.
Cuando recuperó su libertad, dos años después, impulsó la formación del Comité Nacional de Auscultación y Organización (CNAO), con el cual buscaba construir un “verdadero partido de masas”.
Continuó su labor política fundando el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) y, más tarde, apoyando la candidatura del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en 1988, un acto que sentó las bases para la creación del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
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Además, el ingeniero Heberto Castillo se involucró en el proceso de pacificación de Chiapas como miembro destacado de la Comisión de Concordia y Pacificación (COCOPA), la cual actuó como mediadora en el conflicto.
Esta participación se debió a su firme convicción de que para alcanzar una paz duradera en Chiapas era fundamental abordar las demandas legítimas de los pueblos indígenas de México. Este compromiso refleja su profunda preocupación por la justicia social y su firme apoyo al reconocimiento de los derechos indígenas.
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Heberto Castillo falleció el 5 de abril de 1997 en la Ciudad de México, a los 68 años, debido a complicaciones cardiacas. Sin embargo, su memoria perdura, inspirando a nuevas generaciones con su ejemplo. Su legado va más allá de sus aportes en ingeniería y su activismo político; se erige como un símbolo de resistencia e integridad.
Al conmemorarse otro aniversario de su fallecimiento, tanto políticos como ciudadanos recuerdan a Heberto Castillo como un pionero en la construcción de la democracia mexicana, cuyo incansable trabajo y principios siguen guiando los esfuerzos por forjar un México más justo y equitativo.