ORIZABA, Ver.- Monseñor Eduardo Cervantes Merino, obispo de Orizaba ordenó a cinco nuevos Diáconos. Después de 17 años, la comunidad de la Diócesis fue testigo de una ordenación grupal. Este acontecimiento, dijo el prelado es signo de esperanza y alegría.
En la catedral de San Miguel Arcángel, el obispo de Orizaba, quien presidió la celebración con Monseñor Eduardo Patiño Leal, obispo de Córdoba, y en la que participó el Presbiterio, pidió a los cinco jóvenes, que si bien su Diaconado es transitorio pues está en perspectiva para recibir el Orden Sacerdotal, su actitud sea permanente, que caminen junto con el pueblo de Dios escuchando la voz del Señor y de sus hermanos, para que la misión que Jesús es la confiado, la asuman en comunión y participación.
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A la comunidad que se congregó le pidió hacer oración por estos jóvenes: Bruce Wong Ajactle Santiago, Miguel Maldonado, Miguel Gámez, Miguel Vidal y Eliseo Quiahua, para que, fortalecidos por el Espíritu Santo, desempeñen su ministerio con fidelidad.
A las familias agradeció por transmitirles su fe, esperanza y amor, que es la cuna de la vocación al ministerio, a los bienhechores del Seminario Diocesano La Sagrada Familia, por el apoyo incansable que dan para la formación de los seminaristas.
Al término de la celebración, los ya ordenados diáconos en voz de uno de ellos, agradecieron a Dios, que les dio la vida y con ello la posibilidad del llamado y la respuesta. “Él nos ha llamado porque nos ama y porque nos ama, nos ha llamado”.
Pidieron que los fortalezca y conduzca a la fidelidad en esa misión. A Monseñor Eduardo Cervantes Merino por la confianza al conferirles la ordenación; al Obispo Eduardo Patiño Leal, por recibirlos también en el Seminario El Buen Pastor y por la enseñanza que les dio en las clases que les impartió.
Agradecieron también a los seminarios que los acompañaron en sus años de formación, así como a los sacerdotes que fueron parte de la misma; al rector del Seminario La Sagrada Familia, Javier Onofre Valeriano y el equipo formador del mismo; y de manera particular al padre Juan Carlos Villa Cañedo, al padre Juan Carlos Pellico Valente, al padre Yael Cebada Tejeda, Paulino Martínez Díaz, Jafet García Velázquez y Eduardo Cortés.